El PP lamenta el trato injusto del PSOE hacia los vecinos en el Pleno previo a la Navidad, lo que vuelve a demostrar su falta de talante
La lista de decisiones autoritarias impuestas por Serrano en los últimos 9 meses es extensa y evidencia el sectarismo y partidismo de los socialistas
El Grupo Municipal Popular denuncia que el socialista José Antonio Serrano ha vuelto a demostrar hoy su autoritarismo al echar sin motivo justificado a los vecinos que se encontraban en las pajareras del Salón de Plenos siguiendo la sesión de hoy.
El dirigente socialista ha expulsado a una vecina nada más comenzar a protestar por la situación que presenta el casco histórico de Murcia. Este comportamiento supone un incumplimiento del Reglamento del Pleno, que recoge que el público puede asistir a las reuniones y solo serán expulsados "en casos extremos", mientras que el socialista los ha echado hoy a las primeras de cambio.
El PP lamenta el trato injusto del PSOE hacia los vecinos en el Pleno previo a la Navidad, lo que vuelve a demostrar su falta de talante.
Lo cierto es que la lista de decisiones autoritarias impuestas por Serrano en los últimos 9 meses es extensa y evidencia el sectarismo y partidismo de los socialistas.
Cabe recordar que el PSOE ha sido el primero en quebrar el principio de proporcionalidad que siempre ha regido las sociedades públicas del Ayuntamiento.
Serrano no convoca las juntas de portavoces con la periodicidad debida mientras tampoco cursa invitación a los grupos de la oposición para que participen en los actos oficiales, como sí realizaba el equipo de José Ballesta.
El PSOE no responde por sistema a las preguntas que formula la oposición y rechazó el debate de las enmiendas presentadas a los presupuestos municipales.
Además, está esquilmando a las pedanías y reduciendo sin control la capacidad de gestión y autonomía de las juntas municipales y de distrito.
En otras sesiones del Pleno Serrano ya demostró su autoritarismo cuando cortó los micrófonos mientras intervenían los concejales de la oposición y no matizó los insultos que profirieron desde otros grupos a los ediles del PP, amparando un comportamiento antidemocrático y desleal.