El pasado mes de febrero, varios colectivos sociales entre los que se encuentran No + Precariedad, PCPE, Yayoflautas o Izquierda Unida, decidieron denunciar públicamente la situación de "escandaloso fraude" en materia laboral que venían sufriendo los trabajadores fijos-discontinuos del matadero de la empresa pública Mercamurcia.
Todo ello, tenía como objetivo apoyar a este colectivo en sus reivindicaciones, así como en las denuncias y procesos judiciales iniciados. No en vano, estos empleados han cargado durante décadas con un contrato de trabajo fraudulento que, entre otras cosas, ha supuesto que hayan visto muy mermado su derecho a descansar en muchos días festivos, en fines de semana y en vacaciones, según denuncian en un comunicado los afectados.
Durante los últimos meses, se han llevado a cabo cuatro concentraciones y se han realizado diversas acciones tendentes a poner en conocimiento de la opinión pública los "desmanes" cometidos por la dirección de una empresa controlada por el Ayuntamiento de Murcia.
Pues bien, a raíz de todo lo anterior, tuvimos conocimiento en el día de ayer de que, el mencionado colectivo de trabajadores, ha visto por fin regularizada su situación contractual. De tal manera que, desde ahora, tendrán un contrato indefinido que les permitirá algo tan básico como irse de vacaciones con derecho a mantener su salario o descansar dos días a la semana. Qué duda cabe de que este hecho no es un acontecimiento casual, sino fruto estrictamente del esfuerzo y la lucha mantenida por estos trabajadores en los últimos meses. Especialmente, de Santos Párraga, trabajador que debemos resaltar por abanderar una reivindicación que le ha costado ser etiquetado como "cabeza de turco", cargar con la apertura de un expediente disciplinario por la empresa y que, en los últimos meses, ha visto reducida su jornada de trabajo por la mercantil de la forma más arbitraria.
Sin embargo, rehuimos de cualquier triunfalismo, ya que los términos en que se ha llevado a cabo la regularización contractual no son, ni mucho menos, los adecuados. Nos referimos a que la jornada estipulada para los antiguos fijos-discontinuos se ha concretado en solo 30 horas fijas a la semana, postergando el acceso a la jornada completa hasta dentro de dos años injustificadamente. La fórmula planteada por la empresa consistente en dejar abierta la posibilidad de que estos trabajadores puedan hacer "horas complementarias" para ampliar su jornada, no nos parece seria. Y más aún, teniendo en cuenta que la empresa viene incorporando en los últimos meses a trabajadores con contrato temporal a tiempo completo, es decir, recurre a la contratación temporal para asignar unas horas de trabajo que podrían realizar este colectivo de trabajadores para acceder a un salario más decente.
Por ello, manifestamos nuestra intención de continuar movilizándonos para que los contratos indefinidos firmados también contemplen una jornada a tiempo completo con carácter inmediato. Así mismo, daremos nuestro apoyo a las demandas judiciales que también se están preparando en este sentido.
Finalmente, hemos de lamentar que el problema no se ha solucionado plenamente debido a varios factores. En primer lugar, debe señalarse la actitud de hostigamieto y persecución llevada a cabo por la dirección de la empresa, con Ricardo Rubio al frente, hacia los trabajadores que han dado un paso adelante para sostener estas reivindicaciones. En segundo lugar, es necesario decir que una parte del comité de empresa es cómplice y colaborador necesario de lo anterior, en un ejercicio vergonzoso de deslealtad y traición a sus propios compañeros.
Y por último, pero con especial transcendencia, hay que poner de manifiesto la negativa actitud del Ayuntamiento Murcia. Con José Ballesta al frente de la alcaldía, el consistorio adoptó una posición indolente frente a esta situación. No obstante, tras la llegada de José Antonio Serrano, el escenario ha sido igualmente decepcionante. Muestra de ello, es que ni el alcalde ni el concejal del ramo, Juan Vicente Larrosa, han sido capaces de reunirse con los trabajadores afectados para escuchar directamente cuál es la situación que llevan soportando durante décadas, pese a ser algo que se les ha solicitado en varias ocasiones. Está claro que, con otra actitud por parte de quienes están al frente del ayuntamiento, se habría podido llegar a una solución plena a este problema, en lugar de dar lugar a que el mismo se vaya enquistando.
En cualquier caso, esta plataforma social goza de buena salud y está dispuesta a continuar trabajando por una reivindicación que considera justa y, sobre todo, de sentido común.