La Sociedad Europea de Cardiología ha publicado una guía sobre el manejo de la anticoagulación oral, de obligada consulta para los especialistas que utilicen estos fármacos, siendo la Universidad de Murcia (UMU) la única institución española participante.
Vanessa Roldán Schilling, profesora titular de Hematología de la Facultad de Medicina de la UMU, es la investigadora española elegida para participar en el nuevo programa sobre anticoagulación de la Sociedad Europea de Cardiología. Se trata de una asociación profesional sin ánimo de lucro que aúna los esfuerzos de investigadores de diferentes ramas, tales como cardiólogos, neurólogos, hematólogos, anestesiólogos y personal de enfermería, para crear mejoras en los estándares de diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Todos ellos han sido coordinados por la Sociedad Europea de Arritmias y la Sociedad Europea de Cardiología.
El tratamiento para esta dolencia se basaba en un único tratamiento, la administración de medicamentos anti-vitamina K (sintrom), "los cuales son fármacos incómodos: múltiples interacciones, obligan a un control de laboratorio mensual, son muy variables" añade Vanessa Roldán. En el año 2009 se aprobaron nuevos anticoagulantes orales de acción directa, y ello conlleva la elaboración de estudios de administración y análisis de síntomas que sirvan de referencia para que los profesionales de la salud los estudien.
En 2015, se publica la primera edición de esta guía, como respuesta a la necesidad de información sobre la anticoagulación oral, un tratamiento que afecta a un 1.8% de la población y que aumenta cada año debido al envejecimiento progresivo de la sociedad. La misma contenía pautas de prescripción, dosis, y casos clínicos para su administración.
Con el paso del tiempo surgen nuevas situaciones clínicas que llevaron a la creación de un nuevo programa más completo, que vio la luz en 2018. Este año se ha publicado la tercera edición en la que se han desgranado todas las posibles situaciones clínicas posibles, elaborando pautas de tratamiento para cada una de ellas, lo que supone una innovación con respecto a las guías anteriores.
Roldán Schilling, junto con compañeros de otras instituciones, ha analizado la utilidad de los conocidos como "nuevos anticoagulantes", "unos fármacos más seguros que el actualmente utilizado Sintrom", afirma Roldán Schelling. El uso principal de estos medicamentos es preventivo, para evitar la aparición de ictus en fibrilación auricular y la trombosis venosa profunda o embolismo de pulmón, y, sin embargo, no se puede usar para pacientes con prótesis mecánicas valvulares.
Los investigadores han estudiado las respuestas que han experimentado los pacientes que tomaron estos medicamentos, descubriendo un gran avance para muchas de estas personas anticoaguladas. "Hay que tener en cuenta que anticoagular a un paciente no es darle la pastilla y ya está, ya que siempre hay que cuidar un balance exquisito entre prevenir la trombosis y evitar la hemorragia, que es el efecto secundario principal de cualquier anticoagulante", explica Roldán Schilling.
La aportación de la investigadora de la UMU ha consistido en redactar los capítulos relacionados con la hematología, en concreto sobre el papel del laboratorio y una redacción sobre anticoagulantes clásicos. También ha revisado y opinado sobre el documento final, al igual que sus compañeros. No es su única participación en estas publicaciones, ya que en 2015 fue correctora externa y en 2018, año en el que salió la anterior edición, también fue coautora de esta guía.