La presencia de insectos y roedores tiene un impacto directo en el turismo y la restauración
La sociedad pide a los gobiernos municipales que mejoren la gestión de las plagas
Las cucarachas y los roedores tienen cada vez más presencia en las ciudades españolas. Ante este fenómeno, la población ya considera las plagas una de las cinco problemáticas a tratar con más urgencia, y las sitúa prácticamente al mismo nivel que la escasez de vivienda y la mejora del transporte público. Estas son algunas de las conclusiones del ‘Estudio sobre la percepción de los españoles acerca de las plagas urbanas’ impulsado por Anticimex, compañía líder en control de plagas. En la realización del informe han participado habitantes de diversas ciudades, entre ellas Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga o Bilbao.
El director general de Anticimex España, Josep Valls, apunta que con esta investigación han confirmado que “cada vez hay más concienciación sobre la necesidad de unas ciudades saludables y seguras”. Para poner fin al problema considera que “hay que apostar por soluciones ecológicas y sostenibles, que controlen y eliminen las plagas a la vez que respetan el medio ambiente y la salud de las personas”. Valls atribuye la invasión de insectos y roedores a “factores como el flujo migratorio de las grandes urbes y el cambio climático, que han contribuido a aumentar notablemente su presencia”.
Un peligro para la reputación de las ciudades
El estudio revela que más de la mitad de la población española que ha visto ratas o cucarachas lo ha percibido como un problema para la salud, por lo que estaría dispuesta a mudarse e incluso a cambiar de trabajo ante un incidente de plagas. En este sentido, tres de cada cuatro personas evitan activamente transitar por lugares donde han identificado la presencia de plagas. Los sitios públicos donde se ven más ratas y cucarachas son calles, plazas, parques, jardines y contenedores.
La cuestión también se traslada a otros sectores como el turismo, uno de los pilares de la economía española. Para seis de cada diez habitantes, el problema de las plagas, asociado a la falta de higiene, afecta directamente a la reputación y atractivo de las ciudades. En el caso de restaurantes y alojamientos turísticos, la exigencia de un certificado de control de plagas se entiende como un requisito fundamental para un 80% de la población, dato que muestra una gran sensibilización hacia esta garantía.
Exigencia de medidas sostenibles
Del estudio también se desprende que, ante la detección de una plaga, siete de cada diez personas acudirían a reclamar al ayuntamiento como primera opción. Precisamente, es a los consistorios a quien la población pide que pongan remedio a la cuestión lo antes posible con una solución definitiva a largo plazo. En este sentido, el informe refleja que más de la mitad de la población española está descontenta con la gestión que se ha hecho hasta ahora y responsabiliza a los gobiernos municipales de no haber resuelto el problema.
Pero ¿cuál es la mejor manera de afrontar la situación? La mayor parte de la ciudadanía cree que la mejor opción es que los organismos públicos contraten empresas especializadas para solucionar los problemas de plagas. Eso sí, la gran mayoría muestra mucha preocupación por los métodos empleados y exige que los controles se hagan de forma sostenible: demandan que la detección y erradicación no sean perjudiciales para la salud humana y que las soluciones que se apliquen no contengan agentes químicos nocivos.