Los ingenieros agrónomos son necesarios para la sociedad. Ésta es la idea que han transmitido este viernes durante una jornada organizada con motivo de la Semana Universitaria de Mejora Vegetal en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Cartagena responsables de la empresa Sakata Seed Ibérica, del Instituto de Biotecnología Vegetal de la UPCT y docentes de la Escuela de Agrónomos. Y es que, según ha manifestado el director general de Sakata Seed Ibérica, Javier Bernabeu, empresas como la suya buscan profesionales del sector que sepan enfrentarse a los retos que se plantean ante la sociedad en producción alimentaria.
"El mundo tiene la capacidad suficiente de producción de alimentos, pero estamos al límite", ha asegurado al tiempo que ha expuesto a más de medio centenar de estudiantes de la Escuela que la disponibilidad de agua y de tierra arable está limitada y que el modelo actual de agricultura está afectando a los ecosistemas terrestre y marino. Según ha dicho, si el modelo no cambia, "es muy posible que dentro de unos años la situación sea irreversible". En ese sentido ha dicho que hay estudios que ponen de manifiesto que el 25% de la producción agrícola, tal y como se concibe en la actualidad, genera gases de efecto invernadero, mientras que otro 15% de producción de gases de este tipo está asociado a la producción animal.
Bernabeu considera que la empresa necesita "gente profesional", ha dicho asegurando que desde la Universidad Politécnica de Cartagena salen bien preparados, pues en la compañía que dirige tienen a varios estudiantes en prácticas y a egresados trabajando, pero, además, piden ingenieros "con ilusión y empeño" para dedicarse a este sector que tengan muchas ganas de enfrentarse a retos como el de la producción alimentaria.
Es el caso de Sonia Marín, trial officer de Sakata, que estudió el grado en la UPCT y que ahora está cursando el Máster también en la Escuela de Agrónomos. Ella lleva dos años trabajando en la empresa. Empezó allí a través de unas prácticas y al final la compañía decidió contratarla. "Me siento muy afortunada de haber podido tener esta oportunidad", afirma diciendo que la Universidad trabaja "muy bien" para conseguir poner en contacto a los estudiantes con las empresas, "es una oportunidad que hay que aprovechar".
Las charlas dan a conocer las necesidades reales en la calle para que los alumnos puedan conocerlas para orientar su formación y especialización. "Es fundamental para los estudiantes el poder ver que las empresas tienen unas ganas increíbles de que gente de esta universidad vayan a trabajar con ellos", ha manifestado el docente Francisco Artés.
Por su parte, el director del IBV de la UPCT, Marcos Egea, ha destacado el valor de las charlas que han recibido los estudiantes, sobre todo en relación con la mejora genética. Para él, el tratar aspectos de mejora genética "es muy importante" para orientar la producción y realizar mejoras genéticas y tecnológicas en el trabajo agrario.
Finalmente, la profesora Julia Weiss ha señalado que las empresas quieren contratar a gente que esté bien formada, por lo que organizar jornadas de este tipo pone en valor qué es lo que se requiere en la actualidad en el ámbito de la producción vegetal "y permite hablar de empleo de calidad.