"Crónica de una muerte anunciada"

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Los sentimientos hacia el Real Murcia están a flor de piel

Sus socios y seguidores están muy tristes porque su club está atravesando un momento muy crítico.

Sus trabajadores llevan sin percibir sus salarios la friolera de seis meses, así que las peñas, socios y simpatizantes comenzaron a vender pulseras con el hastag SOS REAL MURCIA.

Pues bien, después de ver que los diferentes grupos políticos de la Región hacían oídos sordos a la petición de ayudar al club centenario, en el pleno celebrado ayer, nuestro concejal no  adscrito y vicepresidente Javier Trigueros luchó contra viento y marea porque PP y Ciudadanos, pisotearon con sus palabras todas y cada una de las iniciativas propuestas por nuestro representante de Contigo Somos Democracia. En cuanto a PSOE, no tenemos nada que decir, ya que pretendían dilatar este problema en el tiempo y lo que se necesita es actuar de inmediato.

El concejal de Deportes del Ayuntamiento de Murcia, Felipe Coello aseguraba que de poco o nada servía hacerlo BIC (bien de interés cultural), haciendo una comparación con el equipo de fútbol de Huelva. Mientras tanto el representante del grupo Ciudadanos Mario Gómez, se jactaba de que "ni era accionista del Murcia ni lo pensaba ser" ¡como si a los ciudadanos de esta Región les importase lo que hace este señor en su vida privada!, lo que sí le piden a él y al resto es que como políticos arrimen el hombro para que este equipo no desaparezca.

Después de observar todo lo acontecido ayer durante la moción, me cuestiono lo siguiente: si este es el modo de acercar las administraciones al ciudadano, mal vamos. Contemplo que, no están para ayudar, sino para sumar votos y mirar hacia otro lado, demostrando con estas actitudes que no se tiene apego por las costumbres centenarias y  que, no escuchan la voz de la calle. Como si de otro lugar se tratase, parecía que no estábamos en Murcia, porque hablaban sin ningún tipo de acercamiento a las gentes de nuestra Región y el posicionamiento de la gran mayoría de los allí presentes (votados y elegidos para y por el pueblo) era el de ajenos al problema que lloran miles de personas. 

Y por supuesto, hacerle llegar a Javier Trigueros el agradecimiento de las peñas y socios del Real Murcia allí congregados, ya que les puso voz y cogió el guante que ellos le lanzaron con sus preocupaciones. 

Confiamos en que, las palabras que finalmente se vertieron, no queden sólo en eso, meras palabras sin ningún valor, porque la decepción, rabia e impotencia de los "murcianistas" fueron muy grandes. 


Crónica de una muerte anunciada - 1, Foto 1
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