Las Torres de Cotillas como motor de bienestar es una afirmación digamos que categórica si tomamos como base los datos que la Agencia Tributaria publica en series anuales y que sitúan a nuestro municipio tanto en el pelotón de cabeza de los de mayor renta bruta per cápita de la Región a fecha de hoy como en los de más incremento experimentado en el parámetro de disponibilidad por hogares en la última década, concretamente en un 153%. Si en el año 2003 cada hogar torreño tocaba a una renta de 8.432 euros, en la más reciente estadística, la de 2015, alcanza todo vecino recibe nada más y nada menos que 21.333 euros.
En fin, datos positivos que, definiendo Las Torres de Cotillas -con una población actual de 21.341 habitantes, un 30% más que hace igualmente diez años- como sinónimo de avance, desarrollo y futuro, vienen reforzados además con otra estadística de crecimiento. Y es que a más de 350 millones de euros asciende, según datos oficiales de primer orden, el montante de las inversiones públicas y privadas acometidas en Las Torres de Cotillas a lo largo de los últimos quince años. Hablamos de una inyección de dinero que ha posibilitado en este tiempo un desarrollo de tejido productivo, económico, empresarial, de bienes industriales y logísticos, de servicios, equipamientos e infraestructuras públicas como nunca antes había conocido nuestra localidad.
Estamos ante una sinergia público-privada que potencia las ventajas competitivas de las que disfruta este municipio torreño para atraer nuevos emprendedores y yacimientos de mercado en industrias incluso punteras en su sector de actividad (valgan como ejemplos de enjundia el inminente asentamiento de la prestigiosa factoría "Golosinas Fini" y a corto plazo además la instalación de Fripozo en su nuevo asentamiento provisto de modernas instalaciones basadas en la I+D+i) así como en prestaciones prioritarias derivadas de la Administración con destino a la mejora y garantía de los niveles de bienestar de sus vecinos. Y en este logro no ha sido ajeno uno de los principales agentes dinamizadores de la economía local, el que más a criterio de muchos, como es nuestro ayuntamiento.
En estos tres lustros de avance constante el Consistorio torreño ha gestionado para la Ciudad la llegada de más de 150 millones de euros que, procedentes de otras administraciones de superior ámbito tales como la autonómica, estatal y europea (como destacable botón de muestra, los cinco millones de euros recién concedidos por la UE en el marco de la Iniciativa EDUSI), ha servido para la creación y mantenimiento de infraestructuras y servicios básicos para uso y disfrute de los vecinos.
En los últimos quince años el promedio de inversiones en Las Torres de Cotillas venidas de fondos públicos nacionales, regionales y de la Unión Europea es de más de diez millones de euros por año, haciendo realidad de esta forma proyectos pensados en materia de obras y servicios, educativos, sanitarios, deportivos, asistenciales, culturales, sociales, vecinales, de ocio o esparcimiento,…
Una tendencia ascendente que posiciona a la localidad en los niveles de calidad de vida que sus gentes merecen.. Un resultado que procede de una labor del ayuntamiento torreño con miras a favorecer el desarrollo local, la generación de empleo, inversiones y tejido productivo, el pago a proveedores que ha inyectado millones de euros en la economía de las pymes, de las empresas familiares del municipio garantizando su supervivencia y/o proyección y la creación y aumento de puestos de trabajo, la dinamización comercial, el Plan General de Ordenación Urbana para incrementar la disponibilidad de suelo para la instalación y ampliación de industrias, los planes de acción estratégica para perfilar el municipio a veinte años vista,…
En definitiva, un trabajo fruto de una gestión certera en la tendencia estratégica de atraer al municipio un inmenso caudal de inversión, bien empleado y visible en calles, entornos, barrios, pedanías, polígonos industriales,… a lo largo y ancho de un espacio de vida en común, Las Torres de Cotillas, donde su mejor patrimonio de presente y futuro son sus vecinos y vecinas.. No hay color.