Además de las mejoras en la calzada se va a abrir un nuevo paso hacia el carril de bajada sin necesidad de llegar al cementerio como sucedía en la actualidad con una apertura entre el espacio de la zona peatonal del boulevar
Miembros del equipo de gobierno encabezados por el alcalde de Pliego estuvieron ayer a pie de obra comprobando el ritmo del trabajo que se está llevando a cabo en la remodelación de la calle San Isidro Labrador, más conocido como el camino del cementerio.
Éste es uno de los proyectos incluidos en el Plan de Obras y Servicios y que era una demanda muy solicitada por numerosos vecinos de Pliego. A la ejecución del arreglo de la calzada, que encontraba muy deteriorada sobre todo a causa de las raíces de los árboles colindantes, se le ha sumado un par de actuaciones encaminadas a la mejora técnica de los servicios fundamentales y a la funcionalidad del tráfico.
Por un lado, se ha aprovechado el arreglo de esta calle para cambiar la deteriorada acometida del suministro de agua, que en esa zona estaba dando bastantes problemas en los últimos tiempos con la reiteración de roturas y sustituirla por una nueva con materiales más modernos y duraderos.
Esta mejora está enmarcada dentro de la estrategia de actuaciones que se está marcando el gobierno municipal para el arreglo de infraestructuras deterioradas o estropeadas desde hace años y que, como es en este caso, provocaba un despilfarro importante de agua cuando la intención es reducir al máximo la eficiencia en el consumo del agua.
Por otra parte, se va a abrir un espacio para el paso de los vehículos entre medias del boulevar peatonal del camino del cementero para mejorar la fluidez del tráfico que acude a los tanatorios. De esta manera, los vehículos que quieran dirigirse hacia el carril de bajada para volver al centro urbano no tendrán que subir hasta las inmediaciones del cementerio tal y como sucedía en la actualidad.