Los investigadores del grupo 'Diagnóstico por imagen y anestesia veterinaria' de la Universidad de Murcia, Eliseo Belda Mellado y Marta Soler Laguía, analizan las lesiones que se producen por la administración de anestésicos locales, cuyos resultados serían aplicables en medicina animal y humana. Sus investigaciones han tenido eco en revistas como Veterinary Journal, Veterinary Radiology and Ultrasound, o en la Veterinary Anaesthesia and Analgesia, revista exclusiva de anestesia veterinaria con más difusión a nivel mundial.
Actualmente, se encuentran trabajando en la administración intraneural de una dosis predeterminada de un anestésico local en el nervio ciático, utilizando como modelo el conejo. El objetivo es observar las alteraciones a nivel ecográfico y funcional durante el periodo de postoperatorio inmediato. Este proyecto pretende dilucidar la evolución de una lesión producida durante la administración de anestésicos locales. Es decir, estudiar la lesión intraneural provocada por el depósito de estos anestésicos. Aunque no con demasiada frecuencia, este suceso deviene en la afuncionalidad del nervio, la imposibilidad de mover un miembro o la incapacidad de percibir un estímulo sensitivo.
Previamente se ha realizado un estudio similar en cerdos, que les ha valido su publicación en Veterinary Journal. El examen estaba basado en el abordaje quirúrgico del nervio ciático en cerdos, administrando concretamente lidocaína para valorar, a diferentes tiempos, la evolución por medio de ecografía. Del mismo modo, se evaluaba si tenía déficit motores o sensitivos.
El resultado del artículo mostraba que las lesiones eran transitorias y no dejaban secuela. Con ello en mente, los investigadores advierten que sí existe peligro, en un porcentaje mínimo, de una lesión que perdure en el tiempo. El experto especifica que escogieron esta línea por el interés creciente en las técnicas de anestesia locorregional en animales y humanos, que permiten no someter a anestesia general y reducir los riesgos.
Pero existen dificultades al bloquear de manera selectiva nervios concretos. Aunque tradicionalmente se ha realizado a ciegas, introduciendo una aguja sin poder ver, en los últimos años se ha establecido la electroestimulación, estimulando el nervio y produciendo una contracción muscular.
El problema de dicho método reside en pinchar el nervio por error y administrar el anestésico en el interior, lo que podría derivar en una secuela transitoria o permanente. Para evitarlo, durante los últimos 10 años, se han desarrollado procedimientos de localización visual. Desde este contexto, su equipo de investigación examina lo que sucede punzando deliberadamente el nervio, de ahí que realicen la investigación en conejos y cerdos. Aunque se experimente en animales, los resultados son aplicables tanto en medicina animal como humana.
Por otro lado, la medicina animal ha evolucionado en los últimos años. Desde la perspectiva de la ecógrafa, las técnicas de imagen se han desarrollado exponencialmente. Los equipos han pasado de tener que imaginar lo que veías a una definición fotográfica. Para el anestesiólogo, la técnica, el conocimiento y la formación veterinaria han avanzado espectacularmente en el ámbito clínico. La cuestión es equiparar esta capacidad a recursos muchas veces difíciles de adquirir.
Lejos de la imagen de profesores teóricos, su función, desde la labor asistencial en el Hospital Clínico Veterinario, es transmitir la experiencia en la resolución de casos a los alumnos. En particular, Belda específica que disfruta "impartiendo la asignatura de "Anestesia de Veterinaria" en el grado de Veterinaria, y 'Anestesiología' en un máster de posgrado"; y Soler trabaja "dando clase en la asignatura de 'Diagnóstico por Imagen' y 'Técnicas de Diagnóstico por Imagen' en un máster de posgrado", siendo asignaturas eminentemente prácticas en el Hospital Veterinario.
Del mismo modo, dependen de los casos para enseñar correctamente. Como defiende el profesor: "No podemos ser toreros de salón". En otras palabras, lo que teóricamente se explica debe respaldarse con la práctica diaria. Para ellos la docencia tiene que fundamentarse en casos clínicos, muchos de ellos remitidos por otros compañeros, prestando así un apoyo a veterinarios con falta de medios para la resolución de determinados incidentes.
Con la importancia de la educación en mente, ambos coinciden en que entraron con vocación clínica, pero la enseñanza se ha ido equiparando con los años. La combinación de ambas es la mayor satisfacción: mostrar y educar a los alumnos lo que realizan en el ámbito clínico. Conjugar educación, investigación y labor asistencial deviene en rentabilizar al máximo: el animal de la labor asistencial, sirve en concreto para enseñar y puede incluirse en un estudio.