José Ballesta clausura esta tarde el Taller Cocina con Sentido en el que han participado una decena de afiliados de la ONCE. La impulsora de esta iniciativa es la murciana María Dolores García, que participó en el programa de televisión Masterchef en 2014, para concienciar sobre la relación de las personas ciegas con la cocina
El alcalde de Murcia, José Ballesta, asistirá esta tarde a la clausura del Taller Cocina con Sentido en el que, a lo largo de este curso, han participado una decena de afiliados de la ONCE en el Aula Gastronómica del Mercado de Verónicas, que el Ayuntamiento ha cedido para realizar las prácticas culinarias y facilitar así la autonomía en la vida diaria de las personas invidentes o con deficiencias visuales.
El acto, en el que se podrá presenciar la elaboración de un plato por parte de los participantes en el taller, se desarrollará en las instalaciones de la Delegación Territorial de la ONCE en Murcia. Contará con la presencia del delegado de la institución en la Región, Juan Carlos Morejón, la presidenta del Consejo Territorial, Teresa Lajarín, y la promotora del taller y técnico de Atención al Demandante de Ilunion Empleo, María Dolores García.
El objetivo de este curso ha sido doble: por una parte, aumentar la independencia y autonomía de las personas ciegas que también tienen la necesidad de cocinar en su día a día y, de hecho, pueden hacerlo; y por otro, concienciar a la sociedad sobre la importancia de facilitar esta tarea en sus diferentes procesos: desde la compra en el supermercado hasta el uso de electrodomésticos e instrumentos de cocina.
La idea de esta iniciativa surgió en 2014, cuando la murciana María Dolores García, invidente y promotora del taller, decidió presentarse al programa de televisión Masterchef, una experiencia que le permitió que su plato fuera degustado por el jurado y, sobre todo, le brindó la oportunidad de situar en primer plano la relación de las personas ciegas con la cultura gastronómica.
‘Cocinoterapia’
El taller Cocina con Sentido, que se ha desarrollado desde el pasado octubre hasta este mes de junio, en el Aula Gastronómica del Mercado de Verónicas, ha ido más allá de unas meras clases prácticas, ya que, a través de la ‘cocinoterapia’ los alumnos han ganado en independencia y autonomía personal, especialmente, aquellos que han perdido la vista recientemente y que se han animado a dar un paso al frente, tras comprobar que sus compañeros eran capaces de elaborar los platos por sí mismos.
Con esta iniciativa, la ONCE también quiere concienciar sobre la problemática a la que se enfrentan las personas invidentes en su vida cotidiana, a la hora de preparar la comida. Desde el proceso de la compra y adquisición de alimentos -para el que proponen una franja de asistencia por parte del personal de los supermercados en horario de menor afluencia de público-, hasta la dificultad en el uso de los electrodomésticos digitales y la necesidad de elementos adaptados (básculas de cocina sonoras, horno con marcas de braille, etc.).