El Grupo Municipal Socialista ha visitado esta semana distintos jardines de las pedanías de Torreagüera (Montegrande), La Alberca (barrio Los Almendros) y El Palmar (avenida de La Paz) tras recibir quejas vecinales por el estado de los mismos. La concejala Susana Hernández ha comprobado las deficiencias y también la falta de seguridad para los niños por lo que afirma que "estamos ante una muestra más del poco afecto que el PP tiene a las pedanías".
"No es de recibo que un jardín, que suele estar destinado a niños, algunos muy pequeños por lo que deben ir en sus sillas, tenga obstáculos para acceder, escaleras sin barandillas y con peldaños muy altos, como hemos comprobado en La Alberca, con un pavimento lleno de profundos surcos a causa de las lluvias torrenciales, como en El Palmar, o bordillos que sobresalen más de la cuenta como en Torreagüera", describe Hernández.
Incluso, cuando hay accesos, como en el de La Alberca "son tan pronunciados que resultan imposibles, por lo que no se entiende bien si el diseño del jardín está pensado para otro destinatario que no sean niños en sillas o es que se han improvisado los accesos y se han hecho deprisa y mal".
Además, la concejala asegura que "estas deficiencias son difíciles de encontrar, yo diría que es imposible, en un jardín cualquiera del centro de la ciudad, y es así como deben estar todos, porque ya no estamos hablando de suciedad, que también es grave, sino de la seguridad de los niños".
Al respecto, critica que se hayan elegido materiales tan inapropiados para jardines, como las piedras ornamentales puntiagudas como las que hay en el de Torreagüera, que también se pueden observar en otro de San José de la Vega. "Los niños van a los parques a jugar y a correr, por lo que un tropiezo puede desembocar en un accidente considerable, lo que provoca la preocupación continua de madres y padres", apunta.
Igualmente, Susana Hernández añade que esta semana y solo en los tres jardines de las tres pedanías citadas hemos detectado distintas carencias, "pero es la falta de seguridad la que más nos llama la atención, por ejemplo, en los de de La Alberca y Torreagüera hay escenarios a los que cualquier niño se puede subir y, en un descuido, caerse, por lo que los vecinos creen conveniente poner una puerta". No obstante, también podemos observar suciedad, bancos rotos y zonas sin su correspondiente valla.
En definitiva, "los ciudadanos de pedanías consideran que pagan sus impuestos y, aunque entienden que los jardines del centro deben estar bien cuidados y trasladar a los turistas una imagen agradable de Murcia, no llegan a comprender que exista tanta discriminación entre ciudad y pedanías", apostilla.
