El Ayuntamiento inicia un proceso de reflexión y consenso para poner en marcha el proyecto de creación de una vía verde, ciclable y peatonal que conectará ocho pedanías de la Costera Sur por el antiguo trazado del ferrocarril. Son 8 kilómetros de corredor y casi 200.000 metros cuadrados de superficie que se transformarán en una zona de ocio y recreo, continuando así con las actuaciones para la recuperación de espacios para el uso ciudadano.
Murcia se encuentra en estos momentos ante la oportunidad de desarrollar una de las actuaciones más ambiciosas y determinantes para ocho pedanías de la Costera Sur. La ocasión llega tras la firma del acuerdo con ADIF que ha permitido ceder al Ayuntamiento la antigua vía del ferrocarril que discurre entre Los Dolores y Alquerías, cuya recuperación ahora para el uso ciudadano tendrá una trascendencia fundamental para la mejora de la calidad de vida de las cerca de 47.000 personas que pueblan estas pedanías, pero también para quienes las visiten atraídas por ese corredor verde.
El Concejal de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro, considera que esta actuación está llamada a convertirse en “uno de los proyectos estratégicos” del municipio, para el que se abre ahora un proceso de participación con las pedanías, de quienes “queremos escuchar e incorporar sus ideas”.
Por ello, esta mañana ha mantenido una reunión a la que estaban convocados los presidentes de las juntas municipales afectadas por el proyecto: Zeneta, Alquerías, Los Ramos, Torreagüera, Beniaján, San José de la Vega, Los Garres y Los Dolores. El objetivo de la convocatoria era explicarles de forma directa los términos y las repercusiones del acuerdo con ADIF, con el fin de poner en marcha un proceso de participación, reflexión y diálogo acerca de las posibles actuaciones que se pueden llevar a cabo.
Cerrar una herida
Aunque las alternativas son diversas y hay que establecer unos criterios previos sobre su diseño, la premisa indiscutible es que los 8 kilómetros de trazado ferroviario y 200.000 metros cuadrados de superficie que gana el municipio se transformarán en una senda verde, ciclable y peatonal que unirá los ocho núcleos de población.
Se trata de una demanda largamente demandada por estas pedanías, desde que los trenes dejaron de transitar por estas vías hace 8 años, quedando desde entonces en desuso. Ahora, la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta tiene la oportunidad de iniciar los trabajos para la remodelación del entorno, hasta convertirlo en una nueva zona para el ocio y el recreo de los vecinos, dando así un paso más en los proyectos de “recuperación de espacios para el uso ciudadano y cerrando una herida que tenía el sur”, explica Navarro.
Una vez obtenida la cesión que autoriza al Ayuntamiento a actuar sobre los terrenos, “el siguiente paso será redactar los proyectos correspondientes y ejecutar las actuaciones necesarias”, añade el concejal. Los presupuestos municipales de 2017 incorporarán una dotación para poner en marcha la financiación de esta intervención.
Destino único y exclusivo
No cabe duda de que el destino único y exclusivo del entorno será la creación de sendas verdes, ciclables y peatonales. Sin embargo, existen diversas alternativas para llevarla a cabo. Una de las posibles soluciones es la de prever un itinerario blando, a base de arena compactada directamente sobre el balasto, sustituyendo la plataforma de las vías para hacerlas practicables para el peatón y el ciclista, con un ancho de unos 5 metros y plantando árboles en ambos laterales.
Por otra parte, en el trazado existen puntos singulares que requieren de estudio pormenorizado, como es el caso de las estaciones existentes, conexiones transversales, diferencias de rasante, intersecciones viarias, desmontado de elementos inutilizados, mobiliario urbano, etc...
En cualquier caso, el camino que conducirá a una solución definitiva, una vez obtenida la cesión de los terrenos, se pone en marcha hoy, con la reunión mantenida con los presidentes de las juntas municipales afectadas y el inicio de los trabajos técnicos previos a la redacción del proyecto y su financiación.
Las voces de las pedanías
En esta primera toma de contacto, los representantes de las juntas municipales han coincidido en la necesidad de garantizar la permeabilidad norte/sur, así como los caminos que surgen a lo largo del itinerario, permitiendo la compatibilidad del tránsito rodado y peatonal.
En este sentido se han manifestado todos los presentes, pero de manera especial Francisco Hernández y Lidia Almagro, quienes presiden las juntas de Beniaján y San José de La Vega, cuyo núcleo de población está atravesado por las vías.
Por su parte, Antonio Ramírez, de Los Garres, propuso que se sometiese a estudio la posibilidad de conectar esta senda verde con el tramo de la acequia de La Alquibla que se encuentra entubado, uniendo Algezares con La Alberca. De igual modo, el presidente de Los Dolores, Pedro Ángel Morales, se interesó por la construcción del tanque de tormentas, que podría ubicarse en ese entorno, así como la accesibilidad del paso de la Mota de los Alemanes a la del Reguerón.
La permeabilidad de los caminos es una reclamación compartida por todos los asistentes, también por los representantes de Zeneta, Alquerías, Torreagüera y Los Ramos. Estas últimas albergan las únicas construcciones de Adif que no se han incorporado en este acuerdo con Adif –la estación de Beniaján tampoco, pero a diferencia de las anteriores, está en uso- y que no se encuentran en condiciones de ser utilizadas sin antes someterlas a rehabilitación.
Banco de tierra de la huerta
Aunque el tema central de la reunión de esta mañana era la senda verde de la Costera Sur, Antonio Navarro ha aprovechado la ocasión para exponer a los representantes de las juntas municipales los pormenores relacionados con la creación del banco de tierra de la huerta, una iniciativa que permite gestionar y recuperar los terrenos improductivos existentes en la Huerta y ponerlos en rendimiento, poniendo en contacto a propietarios de tierras en desuso con personas interesadas en arrendarlas para su cultivo.
La propuesta favorece el desarrollo socioeconómico de la Huerta a través de un modelo social y ambientalmente sostenible, además de aumentar la actividad agrícola de la zona y promover la creación de las actividades auxiliares, potenciando así una huerta productiva y rentable.