El Ayuntamiento de Murcia, a través de la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente y Huerta, ha ultimado los proyectos de rehabilitación del Molino del Amor, de La Albatalía, y del entorno del Batán, en Zarandona, que forman parte de las actuaciones del Plan de Acción de la Huerta de Murcia y de su patrimonio histórico, de forma que a partir de ahora se pueden iniciar los trámites para su contratación.
Ambas actuaciones cuentan con un presupuesto inicial de 260.150 euros. De esta cantidad, 169.400 euros corresponde a los trabajos de recuperación en el Molino del Batán, que cuenta con un plazo de ejecución de 6 meses, y 90.750 euros se destinan a la rehabilitación integral del Molino del Amor, que se ejecutará en un tiempo aproximado de 12 meses.
El Plan de Acción de la Huerta de Murcia, en el que se enmarcan ambos proyectos, incluye una relación de medidas dirigidas a revitalizar, mantener y cuidar este entorno, que proporciona al municipio “un innegable valor patrimonial, cultural, ambiental y paisajístico”, aseguró Antonio Navarro.
Este espacio natural “aporta a Murcia un valor diferencial y su conservación, preservación y su promoción son tareas con las que el Ayuntamiento está decididamente comprometido”, añadió el concejal, para quien es fundamental “llevar a cabo las intervenciones precisas para que las futuras generaciones disfruten de este legado”.
En este sentido, Navarro recuerda que también se ha iniciado el proceso para elaborar un catálogo de los elementos históricos, patrimoniales, paisajísticos, hidráulicos, medio ambientales y etnográficos de la Huerta para su catalogación, documentación y protección.
Desde el Molino del Amor al Paseo del Malecón
El Molino del Amor, de titularidad municipal, se encuentra al final del Paseo del Malecón, junto a la Carretera de La Ñora, en los límites entre La Arboleja y La Albatalía, sobre la acequia Mayor de Aljufia, y se trata de una construcción catalogada, datada en el Siglo XVIII aunque, como en otros casos en la Huerta, probablemente se construyera sobre un molino medieval anterior.
Es una edificación de una planta, de unos 160 m², bastante deteriorada, pero que aún conserva su estructura principal y puede ser recuperada para su contemplación y explicación. El proyecto prevé la rehabilitación integral del edificio y adecuación de los cauces abiertos de las acequias, integrándolas en un espacio abierto ajardinado, y de equipamientos de unos 3700 m², que también es objeto del proyecto y que incluirá huertos e instalaciones vinculadas con el molino para su disfrute por los vecinos y ciudadanos que prolonguen el recorrido del paseo del Malecón hasta este punto de destino.
La recuperación de este molino tiene un gran valor simbólico por su potencial de integrarse en un espacio urbano de primer orden, como es el Paseo del Malecón, declarado Bien de Interés Cultural y sobre el cual el Ayuntamiento está redactando un Plan Especial de Protección.
Huerto jardín en el entorno del Molino del Batán
La otra gran actuación es la adecuación del entorno del Molino de Batán, en el Camino Viejo de Monteagudo. Situado sobre el Azarbe Mayor del Norte, en Zarandona, actualmente está integrado en la trama urbana. La parcela donde se encuentra es una zona verde de 4.200 m² de propiedad municipal, cuyo ajardinamiento va a ser ejecutado con cargo a los propietarios de la zona, pero diseñada en este proyecto integral de recuperación con un concepto de huerto-jardín.
La intervención mantendrá el carácter de huerta de la zona, evitando la realización de un jardín convencional y preservando las plantaciones existentes o implantando especies propias de una huerta que se convierte en testimonio de su origen para su contemplación y uso públicos.
El proyecto incluye la recuperación e integración de un torreón islámico del siglo XI, declarado Bien de Interés Cultural, y un puente del siglo XVIII, mientras concluyen las gestiones para la incorporación del molino al patrimonio municipal.
En ambos casos, la recuperación e integración paisajística se llevará a cabo manteniendo el arbolado y los entornos propios de la Huerta, adecuándolos y compatibilizándolos para su uso público, creando espacios que conserven sus valores ambientales y que ejemplaricen una nueva forma de tratar las zonas verdes considerada y respetuosa con su origen, sostenible y pedagógica.