Cambiemos Murcia ha propuesto incrementar la partida destinada a ayudas municipales para el alquiler de viviendas, a las que se acogen principalmente personas con bajos ingresos, familias monoparentales, víctimas de violencia de género, víctimas de desahucios, familias con discapacitados y otras en situación de vulnerabilidad habitacional, al objeto de atender en un plazo máximo de un año y medio la totalidad de las demandas.
Una de las medidas del plan es aumentar el presupuesto de los 370.000 euros que el Ayuntamiento invierte en la actualidad a 740.000, pasando de cubrir el 32 por ciento de las solicitudes al 64 por ciento en 2016, e incrementarlo hasta los 1,1 millones el próximo ejercicio para dar cobertura así a todos los demandantes, que en Murcia son alrededor de 570 unidades familiares.
Se trata de un "objetivo perfectamente alcanzable" que requiere, en palabras del coordinador del grupo sectorial de Economía de Cambiemos Murcia, Paco Balibrea, de "una inversión de poca envergadura dentro del presupuesto municipal de 404 millones de euros que alcanzaría importantes resultados sociales", como es garantizar el acceso a una vivienda a las personas con más dificultades.
El montante adicional se extraería, según el plan, de una transferencia de crédito con origen en la partida por la que se garantiza el beneficio a las empresas privadas que son adjudicatarias de concesiones deportivas, que ya cuentan con otra consignación dentro del presupuesto municipal, o del fondo de contingencia, cuya misión es atender situaciones de emergencia social.
El Ayuntamiento ha mostrado una clara dejadez en la política de vivienda. A título de ejemplo, en 2015 la concesión del parque temático Terra Natura ha dedicado una subvención de tres millones de euros para garantizarle el beneficio empresarial, mientras que en el mismo año ha gastado sólo 1'9 millones de euros en toda su política de vivienda.
Según Cambiemos, "si el Consistorio se hubiera quedado con el 10 por ciento de suelo del aprovechamiento urbanístico de los nuevos desarrollos, o el equivalente en vivienda terminada. Hoy tendría un parque muy importante, sin embargo se capitalizó ese dinero, se perdió en publicidad y propaganda, y ahora estamos sin viviendas públicas".
Un parque de viviendas cada vez más exiguo
La formación municipalista también ha apostado, dentro de las políticas locales de vivienda, por potenciar el parque municipal, compuesto por 1.003 viviendas propiedad del Ayuntamiento; incrementar el número de unidades para adaptarse a las necesidades reales del municipio y reparar las que no están en plenas condiciones.
Según el concejal Nacho Tornel, muchas de esas viviendas se encuentran en fase de privatización, de manera que la tendencia del parque, lejos de caracterizarse por un aumento de su volumen para facilitar el alquiler a cuantas más familias posibles, es reducirse e ir perdiendo inmuebles año tras año.
Por ello, Cambiemos considera prioritario que se paralicen todos los expedientes de venta de viviendas municipales y orientar la política hacia el aumento de la oferta a través de convenios de cesión temporal en usufructo con la SAREB y los bancos propietarios de viviendas vacías en el municipio y acuerdos previa subasta de las viviendas que están embargadas.
Al mismo tiempo, Balibrea ha puesto de relieve la necesidad de que el equipo de Gobierno inste al servicio de Vivienda a que estudie si el presupuesto dirigido a la reparación del parque, 248.050 euros, es suficiente para el mantenimiento adecuado de las viviendas o, por el contrario, no cubre con garantías las deficiencias de las mismas.
Poca voluntad para recaudar
También insta al Ayuntamiento a tomar las medidas necesarias para aumentar una recaudación por alquileres anormalmente baja o que se dote al Servicio de Vivienda con el personal necesario.
De hecho, los datos arrojan que de los 927.160 euros, que el Consistorio podría recaudar al año (por término medio) solo recoge 246.865 (un 26,6 por ciento del total), lo que no contribuye a una política de adquisición de nuevas viviendas municipales y apenas alcanza para mantener y reparar las existentes en condiciones dignas.
Por ejemplo, en el Servicio de Vivienda del Ayuntamiento, que es el encargado de gestionar el cobro de alquileres, las ayudas al alquiler y el mantenimiento del parque, casi un tercio de la plantilla no está operativa por baja o porque las plazas no están cubiertas a pesar de estar dotadas presupuestariamente. Esto hace que el servicio esté "muy mermado" e impide que los trabajadores puedan hacer frente a las cargas de trabajo actuales y a las que se producirán de llevarse a cabo una política de expansión de las ayudas al alquiler y del parque de viviendas municipales.
Desde la formación se aboga por cubrir las plazas vacantes y contratar a dos trabajadores sociales que ayuden a descongestionar el trabajo acumulado y a atender las nuevas cargas.