¿Por qué son tan importantes las investigaciones que se están realizando en todo el mundo en relación a la medicina regenerativa? Ésta ha sido la pregunta a la que ha dado respuesta esta tarde el investigador Juan Carlos Izpisua, durante la conferencia de clausura del I Congreso Internacional sobre Calidad de Vida y Longevidad, organizado por la Universidad Católica de Murcia y la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas. Y en este campo de la medicina regenerativa, Izpisua ha incidido en la necesidad de poder producir células, tejidos u órganos en el laboratorio, dado que "el número de órganos que se necesitan no es suficiente hoy en día con la donación. Durante su ponencia ha disertado sobre la posible generación de células y órganos humanos en otros animales, así también como el uso de técnicas que nos permiten arreglar genes que se han roto, y que hacen que nuestras células no funcionen. "La producción de células humanas dentro de animales podrían ser usadas como materiales de trasplante, para aquellas células u órganos que dejan de funcionar", ha asegurado y ha remarcado que las investigaciones en este campo se encuentran en un momento clave.
Objetivo: curar
Sobre el futuro de la medicina regenerativa, el investigador ha aseverado que ésta se dirige hacia el uso de células, "y arreglar nuestro genoma que se rompe con el paso del tiempo". "En los últimos años hemos desarrollado -en referencia al mundo científico- técnicas que nos permiten pegar y copiar secuencias de ADN en nuestro células para sustituir las malas con buenas", ha asegurado, pero ha advertido de la necesidad del uso de estas nuevas técnicas para curar y no para generar nuevas formas.
El científico español Juan Carlos Izpisua, además de ser Doctor Honoris Causa por la UCAM, es catedrático extraordinario de Biología del Desarrollo de la institución murciana, y lidera la investigación con la que se pretende obtener órganos humanos en cerdos para trasplantarlos en personas enfermas, trabajo promovido por la Universidad Católica de Murcia y que desarrolla junto a un equipo de científicos de Estados Unidos y España.
Cáncer y aceite de oliva
Cabe destacar una de las ponencias celebradas durante la mañana, la impartida por el investigador Eduard Escrich, miembro del grupo multidisciplinar para el estudio del cáncer de mama de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien ha disertado sobre las evidencias científicas que les han llevado a demostrar que existe una relación entre el aceite de oliva virgen extra y la prevención de esta enfermedad. Escric ha mostrado que en los estudios experimentales que están llevando a cabo con ratas, el aceite de oliva virgen extra, que es con el que trabajan, ofrece cierto grado de protección frente al cáncer de mama. "En general los tumores son de menor grado de malignidad que con otras grasas", asegura, y añade que por contra las omegas 6, que son los aceites de semilla, en exceso, "el cáncer se estimula de una manera muy importante". Eduard Escrich ha remarcado que no existen alimentos perjudiciales para la salud, sino que es el mal uso que se hace de él lo que lo convierte en malo; y al respecto ha incidido en que actualmente "comemos demasiado, y el exceso tiene que ver con el cáncer de mama".