El grupo de investigación en Oncología Multidisciplinar de la UCAM que dirige el doctor Antonio Brugarolas Masllorens, responsable de la Plataforma de Oncología del Hospital Quirón de Torrevieja, y los investigadores Ramón González Manzano, Belén Valenzuela Jiménez y Manuel Sureda, doctores de la misma Unidad, trabajan en un tratamiento basado en la genética que permite detectar el medicamento más eficaz para cada paciente.
Este grupo de investigadores es pionero en nuestro país en el uso de la técnica RNA Tumoral para detectar en los genes el perfil de respuesta a un medicamento. En sólo dos semanas se pueden obtener resultados sobre los compuestos que serían más eficaces para el tratamiento personalizado en tumores sólidos en adultos, los más comunes hasta el momento, afirma el investigador. Esta nueva fórmula permite reducir la toxicidad de los tratamientos de quimioterapia empleados tradicionalmente, ya que no sería necesario combinar diferentes fármacos, que afectan tanto a la vitalidad y aspecto del paciente, para poder conseguir una cobertura de eficacia limitada al 50% o 60%. "Con menos fármacos y más acertados, ya que actúan de manera focalizada en el tumor sin afectar considerablemente a otras zonas sanas, se puede conseguir una tasa de acierto del 90% para combatir la enfermedad", asegura el director.
En estos momentos, "casi a la mitad de las personas que están recibiendo un tratamiento tradicional de quimioterapia, se les suministra un porcentaje de medicación menor al que su cuerpo podría tolerar" apunta el doctor Brugarolas. Este avance permite poder ajustar la dosis admisible para cada afectado de manera individualizada, mejorando de manera significativa la calidad y el tiempo del tratamiento. Los medicamentos son metabolizados de manera diferente por cada paciente, se puede ajustar la dosis y obtener un 20% más de mejora en la respuesta de éstos al medicamento, concluye.
El abordaje personalizado del cáncer permite mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren esta enfermedad, seleccionando las contraindicaciones de los tratamientos que vamos a utilizar; "podemos evitar medicamentos que agredan a órganos ya debilitados o que se caiga el pelo de los enfermos de cáncer", asegura el investigador principal.