Jaque mate a la procesionaria de los pinos situados en espacios municipales. El Servicio de Parques y Jardines, dependiente de la Concejalía de Modernización de la Administración, Calidad Urbana y Participación, ha establecido un completo plan para prevenir y eliminar esta plaga que es la más importante de los pinares del Mediterráneo.
Para evitar que haya cualquier peligro en los parques y jardines de Murcia, el Ayuntamiento cuenta con una treintena de jardineros de zona que vigilan e inspeccionan los 2.600 pinos del municipio para controlar su presencia, que se suman a los dos equipos de fitosanitarios se encargan de tratarlos.
Con este tipo de control anual, sobre todo en octubre y noviembre, se alcanza un 90% de efectividad en el control de la procesionaria de los pinos municipales.
Para continuar esta intensa labor de prevención y alerta ante la oruga de la procesionaria, tanto al final del invierno como a principios de la primavera, se eliminan los llamados ‘bolsones' de forma manual, con un profesional especialista y una cesta elevadora con el fin de alcanzar las ramas más altas, sin importar a qué altura se encuentren las orugas.
Entre los lugares donde se ha actuado más contra este animal se encuentran la Flota con 172 pinos, Santa María de Gracia con 152, el Infante Juan Manuel con más de 150 o Espinardo con 145.
Una actuación que el Ayuntamiento desarrolla también siempre en todas las pedanías del municipio de Murcia como son Lobosillo, la Alberca, Los Ramos o Algezares, entre otras.
Además, cabe destacar las actuaciones de retirada de bolsones de procesionaria de forma manual en Torreagüera, Santo Ángel, Alquerías, Beniaján o los Garres.
Desde la Concejalía se recuerda que en caso de ver alguna oruga de la procesionaria no se debe pisar ni tocar bajo ningún concepto, ya que si se pisa se pueden pasar a la planta del pie los más de medio millón de pelos que tiene este animal y que originan problemas tanto en la piel como en las vías respiratorias.
La procesionaria del pino es la plaga más importante de los pinares del Mediterráneo. Aunque no se conozca mucho, realmente las orugas no pican directamente a los humanos o animales, el peligro de este animal son sus medio millón de pelos urticantes.
El mayor problema radica en aquellas pedanías que tienen cerca zonas forestales como Algezares, Beniaján, Alquerías, Torreagüera, los Garres, Santo Ángel o La Alberca. En estos lugares se reduce la efectividad de estos tratamientos ya que existe mucha "contaminación" de procesionaria pasando a los pinos de estas pedanías.