Un grupo del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Murcia (UMU) ha realizado un estudio sobre la calidad del aire de la capital regional que revela que los niveles de contaminación en este núcleo urbano "no son alarmantes pero sí preocupantes".
El informe, que evalúa la concentración ambiental del ozono y el dióxido de nitrógeno, contaminantes gaseosos relacionados con el tráfico de vehículos, aconseja medidas de control al superarse en algunos puntos los valores límite establecidos en la legislación nacional para estos gases.
La investigación atribuye las causas de la contaminación al incremento del parque automovilístico, la utilización masiva de combustibles fósiles (especialmente diésel) de las últimas décadas y a las condiciones geográficas y climatológicas desfavorables de la zona.
Las conclusiones del estudio incluyen propuestas para mejorar la calidad del aire en la ciudad, como el uso de la bicicleta y los desplazamientos peatonales, medidas de control del tráfico para evitar atascos, el fomento de vehículos compartidos, potenciación de vehículos eléctricos y de vehículos públicos colectivos, especialmente si estos últimos no producen emisiones a la atmósfera.
El grupo de investigación está compuesto por los profesores Agustín Miñana y Antonia Baeza y la ingeniera María Soledad Ruiz.