El portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Ignacio Gras, ha manifestado que el caso Joven Futura "es un asunto es tan contundente que es difícil endulzarlo, con una grave responsabilidad del Ayuntamiento de Murcia y de la Comunidad, una chapuza urbanística, y vamos a trabajar para que no tenga consecuencias negativas para los vecinos ya que no pueden pagar los errores cometidos por las Administraciones". Tanto los de la urbanización Joven Futura como los propietarios de los terrenos.
Las declaraciones de José Ignacio Gras se produjeron tras asistir a la Junta de Portavoces -reunida con carácter extraordinario, a petición del Grupo Municipal Socialista- convocada tras conocerse la sentencia del Tribunal Supremo que anulaba la reclasificación de los terrenos no urbanizables a urbanizables de alta densidad.
El entonces concejal socialista Marcos Ros, en el Pleno municipal del 24 de septiembre de 2009, manifestó la posición contraria del PSOE a dicha reclasificación de suelo por dos motivos: la pérdida de unos terrenos de alto valor ecológico y la no disponibilidad de recursos suficientes de agua para ese desarrollo urbano.
"En este tinglado distinguimos tres elementos claramente diferentes. Por una parte, están los vecinos como protagonistas, y hemos insistido en la reunión de que se cree una Unidad Técnica de ayuda y asesoramiento, Para evitar los problemas de índole legal que se pueden plantear", indicó. Aunque parece ser que las licencias actuales están consolidadas y no va a ver problemas, considero que el tema es suficientemente serio para que se cree esa Unidad. Tenemos clara nuestra posición: no puede haber ningún inconveniente ni perjuicio a los vecinos que adquirieron una vivienda, o los que se vieron perjudicados por la venta de los terrenos, por una irresponsabilidad política anterior".
El portavoz socialista insistió, en segundo lugar, en que "estamos ante una muestra clara de un desarrollo no sostenible, expresión de lo que queremos combatir, que no es más que un urbanismo desaforado, recalificando terrenos de la huerta y con una densidad máxima para edificar. He preguntado por qué se produjo esto, y no he obtenido respuesta".
En declaraciones a los periodistas, Gras insistió en que "al final se trató de sacar al máximo el rendimiento de un urbanismo que benefició a unos pocos. Tenemos que aprender que no podemos planificar desarrollos que vayan a perjudicar nuestro entorno, nuestra sostenibilidad, porque además se da la circunstancia de las decisiones urbanísticas suelen ser irreversible. Es algo que ya no se puede recuperar. Aprendamos, por tanto, en que nuestro desarrollo sea sostenible".
¿De quiénes eran los terrenos?
Finalmente, hay un tercer elemento: la responsabilidad de quienes tomaron esas decisiones, tanto en el Ayuntamiento como de la Comunidad, "unos protagonistas que actuaron con unos intereses que no eran los de la ciudadanía. Todos tendremos que aprender, no solo los políticos, sino todos los ciudadanos, para que evitemos o no facilitemos el que se pueda seguir pensando que esto se resuelve con un crecimiento desmedido o con operaciones urbanísticas no muy claras". También recordó que hasta el momento nadie ha asumido responsabilidades políticas por estos hechos.
José Ignacio Gras indicó que "por cierto, he preguntado de quiénes eran los terrenos antes de la reclasificación, y no me lo han dicho. Esta es una de las claves del asunto, porque al final, en esta operación, siempre hay alguien que se está beneficiando. De un terreno no urbanizable se convierte en uno urbanizable. Me huelo que siempre que hay este tipo de operaciones encontramos beneficios particulares, y el problema es que no es que alguien se beneficie particularmente, sino que se perjudica el interés general, en este caso, el patrimonio del municipio de Murcia que era de huerta, con valores paisajísticos y arqueológicos, y que ahora lo tenemos urbanizado".