Una de las crías, bautizada con el nombre de Berta la otra ha sido nombrada como Luisa-, nació muy débil y hubo que suministrarle varios biberones de calostro.
La madre, muy debilitada también por el esfuerzo del parto, fue sometida a un tratamiento de calcio y glucosa endovenosos para prevenir hipocalcemia y cetosis postparto, además de antibióticos vía vaginal y seguimiento para comprobar la adecuada eliminación de la placenta.
Después de un fin de semana crítico, que ha precisado de una vigilancia especial y continua, tanto la madre como las dos terneras están en perfecto estado y fuera de peligro.
Un grupo de alumnos de la Facultad de Veterinaria ha ayudado en todas las actuaciones llevadas a cabo.