La pieza, realizada en el año 1984, presentaba diversos desperfectos por el paso del tiempo y no estaba identificada. El legado de Pedro Pardo es indispensable para conocer el tránsito hacia la abstracción en el panorama murciano de los años 70.
La escultura Formas, obra de Pedro Pardo, vuelve a lucir con todo su esplendor en el jardín del Malecón. La pieza, realizada por el autor en aluminio en el año 1984, presentaba diversos desperfectos fruto del paso del tiempo. Tras un minucioso estudio del estado de la pieza, que ha sido coordinado por el propio hijo del autor, el pintor y escultor Carlos Pardo, se ha acometido su restauración completa. Esta mañana ha sido inaugurada por el Concejal de Cultura, Rafael Gómez.
La obra Formas ha sido reforzada en todo su estructura y, tras darle una nueva pátina, vuelve a ocupar un lugar destacado en el jardín. Además, para evitar que las humedades vuelvan a deteriorarla -como se había constatado- ha sido emplazada en una nueva base más alta que la anterior. Por otro lado, esta iniciativa también ha permitido colocar una placa identificativa en aluminio, de la que carecía hasta ahora la obra.
Un autor indispensable
El escultor Pedro Pardo (1944 - 1998) estudió Escultura en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia bajo la dirección de Juan González Moreno y trabajó en el taller de Carlos Gómez Cano. Escultor imprescindible para comprender el tránsito hacia la abstracción en el panorama murciano de los años 70, desarrolló gran parte de su trabajo en el estudio de la calle Montijo, encima del bar La Viña, habitual punto de encuentro de artistas de esa época como Elisa Seiquer, Párraga, Caubios, Cacho, Garza, entre otros.
Pedro Pardo realizó múltiples exposiciones, tanto individuales como colectivas. En 1984 participó en Contraparada en su 5ª edición 'Murcia en 3 dimensiones'. En 1985, su cuadro 'Paisaje Urbano' es seleccionado en la I Bienal de Pintura. Además, participó en la exposición realizada por la Comunidad Autónoma "Arte en Murcia".
En1990 fue víctima de una enfermedad que le produjo una hemiplejía de la parte derecha del cuerpo, teniendo que abandonar el oficio de escultor y trasladar a su mano izquierda todo lo aprendido con la derecha. Su fuerza de voluntad le llevó a seguir dibujando con constancia hasta su muerte ocho años más tarde.
En 1991, alguna de sus obras fue expuesta en una muestra colectiva en la galería Zero, junto con Antonio Ballester, Belzunce, Caubios, Lola Arcas, González Marcos y Párraga. Y un año después, la organización del pabellón de Murcia en la Exposición Universal celebrada en Sevilla acercó su producción artística a tan singular escenario. En marzo de 1998, se expuso su última muestra individual 'Forma y color' en la galería Detrás del Rollo La muerte le sobrevino en noviembre de ese mismo año a consecuencia de un infarto.