La posición de liderazgo del Ayuntamiento de Murcia en la elaboración de planes de ahorro de energía y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero ha sido avalada por la Comisión Europea, que ha invitado al Alcalde, Miguel Ángel Cámara, a participar en la cumbre de Bombay sobre los retos de las ciudades y los desafíos de la política urbana.
La participación de Cámara se ha producido hoy y ha versado sobre el Pacto de Alcaldes, al que Murcia se adhirió en 2008, convirtiéndose en la primera ciudad española, junto con Madrid, en formalizar su incorporación. Asimismo, Murcia también fue pionera en llevar dicho Pacto fuera de la Unión Europea, concretamente a la ciudad de Salé (Marruecos).
Además de Cámara, está prevista la asistencia a este evento del Administrador General de la DG de Energía de la Comisión Europea, Pedro Ballesteros, además de otros altos representantes de ciudades como Milán, Riga o Londres.
“Es una realidad irrefutable que la batalla contra el cambio climático se libra a nivel local, lo que convierte a los gobiernos municipales en líderes en el impulso de políticas de energía sostenible, dado que son los que planifican, desarrollan y regulan la actividad en las ciudades. Ese esfuerzo, por tanto, debe ser reconocido y apoyado financieramente”, ha dicho Cámara, quien también ha defendido que “las políticas de sostenibilidad no sólo son una oportunidad para garantizar el futuro de las generaciones venideras, también son una fuente de generación de puestos de trabajo”.
El Alcalde de Murcia ha recordado que “el éxito de las políticas de sostenibilidad energética y de lucha contra el cambio climático a nivel mundial depende de las ciudades, puesto que sólo en Europa el 75% de los habitantes vive en ellas, que es donde se consume el 80% de la energía”.
Ciudades innovadoras
Si el Pacto de Alcaldes -al que Murcia se sumó en 2008- fue el comienzo del compromiso de los gobiernos locales por el desarrollo sostenible, las Smart Cities constituyen el futuro y ambas comparten idéntico objetivo: reducir las emisiones de CO2 en las ciudades y aplicar las nuevas tecnologías en movilidad, gestión medioambiental y de recursos naturales, eficiencia energética, tecnologías de la información y la comunicación o urbanismo, con el objeto de lograr entornos urbanos más eficientes y más habitables.
Todo ello requiere acciones que permitan un crecimiento urbano sostenible económica y medioambientalmente, que garanticen la calidad de vida de sus habitantes. Esta es la razón principal por la cual las actuales ciudades deben convertirse en ciudades inteligentes, y para conseguirlo la innovación y la tecnología ejercerán un papel fundamental.