La concejal Andrea Garries recuerda que este teatro es un espacio público y no puede, supuestamente, seguir estando al servicio de los intereses privados de su directora, Elvira Pineda, que además de autoprogramarse, recibe trato de favor por parte del Ayuntamiento con la representación del Tenorio
La edil del Grupo Socialista Andrea Garries denuncia la particular forma en la que la directora del Teatro Bernal, Elvira Pineda, gestiona este espacio municipal, y la complicidad con la que el concejal de Cultura, Rafael Gómez, apoya una actuación que " es éticamente inaceptable".
Garries explica que desde mayo de 2011 hasta la actualidad, la directora de este teatro se ha autoprogramado hasta en siete ocasiones a través de la compañía de teatro La Cómica y de la asociación Amigos del Tenorio que ella misma dirige.
Esta situación a la que que el PP municipal no ha puesto freno –advierte la concejal del PSOE- se viene produciendo desde principios de la legislatura en un espacio públcio que, en ningún caso, debe estar, supuestarmente, al servicio de los intereses privados de la directora del Bernal, porque es de todos.
Siempre gana
Además de autoprogramarse, Garries informa de que con la representación concreta del Tenorio se pruduce un hecho cuanto menos curioso. Esta obra se contrata a taquilla, con un mínimo asegurado de aproximadamente 3.500 euros que siempre cobra. Lo sorpredente, en este caso ,es que lo máximo que se puede recuadar en taquilla es aproximadamente 1.200 euros, por lo que es el Ayuntamiento es el que le abona la diferencia, según consta en el contrato.
Por ello, la edil socialista exige al concejal de Cultura que ponga luz y freno a la gestión del teatro Bernal por parte de la directora porque "es inadmisible que siga autoprogramándose y que con la representación del Tenorio obtenga 3.500 euros por representación pase lo que pase, se llene o no el teatro".
El máximo a recaudar por la taquilla se sitúa en torno a los 1.200 euros, pero cuando se representa esta obra, la directora no recibe lo que se recauda en taquilla, sino que establece un caché de aproximadamente 3.500 euros por representación, cuya diferencia con la recaudado en taquilla deber abonar el Ayuntamiento, según consta en el contrato.