En la obra, Berkoff ironiza sobre los miedos que la provocan y consigue exorciarlos mediante un ejercicio de humor ácido pero a la vez muy humano, ya que en su obra todos, desde el ganador al perdedor, somos presas de esos temores...

Frank y Donna son un matrimonio como cualquier otro. Frank trabaja como vendedor en el sector textil y uno de sus clientes es George, mayorista de la confección. Sus vidas parecen ya totalmente encarriladas. Sin embargo, una noche, sin saber muy bien por qué, Frank invita a un compañero de trabajo a cenar a su casa... 

Con un diálogo satírico y brillante esta obra nos enfrenta con nuestros propios miedos, con nuestras ansiedades y, aunque quizás no las solucione, nos permitirá reírnos de ellas y comprender que no estamos solos.

Entre el reparto encontramos a Resu Morales, una murciana que se licenció en la ESAD a finales de los años setenta. Por entonces formó parte de grupos escénicos, como “El molinico”, “La bella Aurelia” y el Teatro del Matadero, hasta que se fundó la Compañía Julián Romea, primer elenco murciano con vocación de estable. En dicha Compañía participó en todos sus montajes, desde El señor Puntila y su criado Matti, de Brecht; hasta Divinas palabras, de Valle-Inclán, ambas dirigidas por César Oliva, pasando por Biedermann y los incendiarios, de Dürrenmat; Entre bobos anda el juego, de Rojas Zorrilla, y Terrores nocturnos, de Alfonso Sastre. Con ese bagaje, a mitad de los ochenta pasó a la Compañía Lope de Vega, bajo la dirección de José Tamayo. 

A partir de allí se integró de pleno en la profesión, trabajando con directores tan importantes como José Carlos Plaza (Comedias bárbaras), Miguel Narros (Seis personajes en busca de autor) o Álvaro Lavín (Una comedia americana sobre la ansiedad). Su rostro es sumamente conocido de la televisión, pues ha intervenido en prácticamente la mayoría de las series más populares.