El concejal del PSOE Juan Patricio Castro lamenta que la actitud del PP siempre sea la misma, el no sistemático a todas las medidas que plantean los grupos políticos en la oposición y la redacción de mociones alternativas que no son más que fuegos artificiales.
Durante el transcurso del pleno extraordinario para la revisión de la nueva situación impositiva del Ayuntamiento tras la subida del IBI de Rajoy, Castro ha defendido la necesidad de hacer una distribución de los 11,5 millones de euros que va a ingresar el Ayuntamiento, tras el cobro del citado impuesto, acorde con la situación económica actual que permita generar puesto de trabajo y dar un impulso al tejido económica de las PYMES de Murcia.
"El PP ha vuelto a decir no a que este dinero extra se destine a nuevas políticas de gasto centradas en el empleo, en el desarrollo de la actividad económica y en las políticas sociales y de bienestar", denuncia el edil socialista,
En este sentido, Castro recuerda que, con el pago fraccionado del IBI hasta los seis meses planteado por el Gobierno local, no se van a establecer ayudas sociales al 30% de los murcianos que, según Cáritas, se encuentra en nuestro municipio en situación de exclusión social, por debajo del umbral de la pobreza.
En cuanto a la modificación de las ordenanzas fiscales para adaptarlas a las condiciones sociales y económicas de los ciudadanos, la edil de Hacienda, Isabel Martínez Conesa, ha vuelto a decir no escudándose en la ilegalidad de considerar las condiciones de los ciudadanos en las bonificaciones del IBI.
¿Cómo es posible –se cuestiona Castro- que otros Ayuntamientos, como el de Málaga y Zaragoza, sí tengan en cuenta las condiciones de renta y capital de los ciudadanos y no exclusivamente las condiciones de las familias numerosas, como hace el de Murcia, sin cometer ilegalidad?
Lo que no es de recibo –finaliza el concejal socialista- es que este Consistorio no considere en las bonificaciones del IBI (impuesto más importante) las condiciones de renta y capital de los vecinos para poderles cobrar de forma progresiva, en función de su situación económica y social, algo absolutamente justo para que pague más el que más tiene.