Prevenir y controlar el absentismo escolar entre los menores de 15 años y hacer que vuelvan a clase es el objetivo que persiguen las aulas ocupacionales de El Palmar y Espinardo, dirigidas a alumnos en situación de desventaja del segundo ciclo de educación secundaria obligatoria.
El programa, impartido gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Educación, se puso en marcha por primera vez en el curso 2009/2010 en Espinardo, vinculado al centro José Planes, donde los estudiantes, procedentes del Barrio del Espíritu Santo, aprenden mecánica con las motocicletas retiradas del depósito municipal. Un curso después de amplió el programa a El Palmar, adscrito al IES de la pedanía, donde los menores se forman en el perfil profesional de hostelería.
El Alcalde, Miguel Ángel Cámara, y el Consejero de Educación, Constantino Sotoca, han visitado esta mañana las instalaciones del Centro de Formación e Iniciativas para el Empleo del Ayuntamiento donde aprenden cocina los 15 alumnos del aula ocupacional de El Palmar. También han acudido a la cita los concejales responsables de Bienestar Social, Educación y Empleo, María del Carmen Pelegrín, Lola Sánchez y José María Tortosa.
Colaboran en el programa el personal docente del centro y el equipo de educadores sociales municipales, que trabajan por conseguir la permanencia de los menores en el sistema educativo, implicar a sus familias y, si es posible, que continúen en el proceso formativo con su inscripción en alguno de los programas de cualificación profesional inicial.
Así, de los 13 alumnos inscritos en el aula del curso 2010/2011 de El Palmar consiguió que 10 continuaran su formación en diversos perfiles, entre ellos, imagen personal, electricidad y electrónica, hostelería y turismo y transporte y mantenimiento de vehículos.
Los menores que participan en estas aulas comparten un sentimiento de fuerte rechazo a lo académico, poseen un nivel curricular bajo o muy bajo, presentan dificultades para la concentración y mantenimiento de la atención y para aceptar normas y límites.
De ahí que gran parte de la labor que desarrolla el equipo de educadores sociales sea el seguimiento y control del absentismo, incluyendo el acompañamiento a la asistencia, visitas domiciliarias, localización de menores, etc. Igualmente se ocupan de mediar en las relaciones con las familias y en la prevención y resolución de conflictos.