La Feria de Murcia, que se instala cada septiembre en el recinto de la FICA, es una de las más seguras de España: Además de los certificados anuales obligatorios y de las revisiones que se realizan sobre el montaje y asentamientos de las atracciones, dos inspectores supervisan días antes de la puesta en marcha al público de los aparatos. El control de la instalación es, por tanto, exhaustivo para garantizar la seguridad de los usuarios. En los años de existencia de la Feria no se ha dado ningún tipo de accidente digno de reseñar, fruto de estas garantías que los feriantes ofrecen a los vecinos de Murcia
El presidente de la Asociación de Empresarios Feria de Murcia, Francisco Javier Fernández Ruibérriz de Torres, ha explicado hoy que además de la documentación que el Ayuntamiento de Murcia exige a los empresarios que se instalan en el recinto de la Feria, los responsables de ésta encargan una inspección extra con la empresa autorizada que realiza los informes para que dos técnicos supervisen el montaje de la feria.
Esta mañana se ha realizado el sorteo de las ubicaciones de los aparatos que se instalan en la FICA, en presencia del concejal de Cultura, Rafael Gómez. Un total de 150 ofrecerán a los visitantes aparatos infantiles, de adultos y puestos de refrescos y comida del 1 al 13 de septiembre.
Otra de las garantías que ofrecen las atracciones reside el en propio montaje y desmontaje de las atracciones, ya que es al instalarlas cuando se puede observar si alguna pieza se encuentra desgastada o en mal estado, lo que permite sustituirlas. De ello da fe el bajo índice de accidentes por roturas. En este punto, Fernández ha insistido en que hay que concienciar también a los usuarios de que es necesario respetar las recomendaciones de cada instalación para evitar accidentes causados por negligencias en el uso, como ponerse de pie o alzar los brazos en las atracciones en las que no se puede realizar este tipo de movimientos.
En el caso del accidente ocurrido ayer en la población toledana de Villacañas, y a la espera de los resultados de la investigación, ha explicado que parece ser que el origen del accidente fue el debilitamiento de uno de los brazos, defecto de fábrica y no de la instalación por parte del empresario responsable del aparato.