Una tesis doctoral defendida en la Universidad de Murcia por Carlos Javier Fernández García ha presentado la democracia de Honduras de la misma manera que la de la mayoría de países de la región latinoamericana: consolidada pero sin llegar a ser una democracia de media o alta intensidad.
Estas democracias delegativas, sin embargo, no han dado en las últimas décadas marcha atrás hacia regímenes autoritarios, pues, como refleja la tesis, la mayor parte de crisis presidenciales en América Latina entre 1985 y 1996 se han resuelto principalmente mediante medios constitucionales frente a rupturas del régimen.
Las debilidades de la democracia hondureña, que en 2009 sufrió un golpe de estado legislativo, ha llevado al autor, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude por el trabajo, a estudiar la dificultad aparente de la ayuda oficial al desarrollo para que los programas de fortalecimiento de la gobernabilidad democrática generen resultados sostenibles en el área político-electoral de aquel país.
La hipótesis de la investigación sugiere que la incorporación en la gestión del ciclo de proyecto del enfoque institucionalista histórico-empírico ayuda a mejorar la eficacia e impacto de los proyectos de la reforma político-electoral para el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática.
Para ello, el trabajo se centra en las reformas político-electorales de Honduras durante el periodo 2001-2005, con especial atención al proyecto de apoyo a dicha reforma por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El estudio de investigación ha sido dirigido por los profesores Juan José García Escribano, de la Universidad de Murcia, y Ramón Romero Cantanero, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.