Cámara visita las obras de rehabilitación de la iglesia de Alquerías promovidas por el Obispado, la Fundación CajaMurcia y el Ayuntamiento
Apenas unas semanas después de la firma del convenio de colaboración que hará posible que Alquerías recupere su Iglesia, las obras de rehabilitación se desarrollan a buen ritmo. Así lo ha comprobado el Alcalde, Miguel Ángel Cámara, que ha querido visitar esta pedanía en agosto para ser testigo directo de la evolución de los trabajos.
Cámara siguió con interés las explicaciones pormenorizadas ofrecidas por el párroco, Ramón Miñarro, acompañado también por el presidente de la Junta Municipal, Francisco Zamora, y el concejal de Descentralización y Mercados, Cristóbal Herrero.
La rehabilitación del templo de “San Juan Bautista” es fruto de la colaboración entre el Obispado de la Diócesis de Cartagena, la Fundación CajaMurcia y el Ayuntamiento, que van a destinar 1 millón de euros para que el pueblo de Alquerías pueda recuperar en perfecto estado la parroquia, que permanece cerrada desde noviembre de 2008.
La preocupación de los vecinos de la pedanía por volver a disponer de esta iglesia en óptimas condiciones, junto con el empeño del Alcalde, Miguel Ángel Cámara, por conservar el patrimonio histórico y artístico de los barrios y pedanías han sido dos argumentos fundamentales que han permitido llevar a buen puerto el proyecto de rehabilitación.
En virtud de esta política, los murcianos hemos consolidado nuestro patrimonio con las obras llevadas a cabo en las Claras, la Catedral, las iglesias de San Miguel y Santo Domingo, las ermitas de Monteagudo y Espinardo o la parroquia de Javalí Nuevo, entre otros.
“El patrimonio histórico, artístico y cultural es clave para Murcia”, ha dicho el Alcalde, quien considera que se trata de “un legado heredado de nuestros antepasados y, como tal, tenemos la obligación moral y ética de ponerlo en valor y transmitirlo en las mejores condiciones a las futuras generaciones”.
No se trata sólo de una labor de recuperación que es necesaria desde el punto de vista artístico y patrimonial, sino también del “rescate de nuestra seña de identidad porque el presente de una sociedad se escribe sobre el poso de su pasado”, afirma Cámara.