Nos ha dejado después de más de nueve años de continua pelea contra la enfermedad, Remigio López Martínez, la eterna sonrisa, el Concejal del Ayuntamiento de Murcia. Se ha ido en una gris, lluviosa mañana de nuestra primavera; como si el propio cielo llorara con tristeza por su pérdida.
Remigio, era una persona generosa, bondadosa y afable, hombre con una vasta experiencia, trabajador desde joven, empresario ejemplar que superaba dificultades con voluntad y ahinco. Hombre del deporte y del fútbol, primero como portero, después directivo del Imperial y del Murcia, aficionado y sufridor pimentonero como el que más. Apoyando siempre nuestras costumbres y tradiciones, desde su inmenso amor a Murcia, huertano y sardinero, creador del galardón “Legón de Oro” que él mismo recibió de la Federación de Peñas Huertanas el pasado día 7 de febrero, cabezudo del entierro de la sardina, fiel al Santísimo Cristo de la Esperanza en la tarde noche de Domingo de Ramos.
Ejemplar marido, padre y abuelo, su familia era lo más esencial de su vida. Hombre de profundas convicciones religiosas que le han permitido batallar incesantemente contra la enfermedad, con energía, entereza y optimismo. Manteniendo la actividad hasta casi su fallecimiento, todo un ejemplo de superación y de no resignación ante las adversidades por muy duras que fueran.
Como Concejal de bomberos ha sido el artífice de la mayor modernización de la historia del cuerpo con más y mejores medios. Asímismo ha organizado una ejemplar Agrupación de Voluntarios de Protección Civil referente en su actividad para la mayoría de municipios y dejado un rico legado en la incentivación del asociacionismo comercial en Murcia, impulsando asociaciones en barrios y pedanías y promocionando a nuestra ciudad como referente en compras y consumo. Además, ha desarrollado acciones solidarias de cooperación facilitando medios y recursos económicos desde los pueblos hermanos de Filipinas hasta el Alto de Bolivia, en Ecuador o en Africa.
Remigio fue un excepcional servidor público, leal y fiel colaborador y sobre todo excelente amigo. Ejemplo para quienes dedicamos parte de nuestra vida la servicio público. Para mí ha sido todo un honor compartir las tareas de Gobierno durante once años con Remigio, todo un caballero y señor que respondía siempre con bondad y que siempre tenía una palabra amable para todos y veía la parte positiva de las cosas, desdeñando lo negativo.
Hombre de consenso, de paz, dialogante y sólidas convicciones en la defensa de sus ideas y de sus queridos El Palmar y Murcia. Su constante preocupación por mejorar El Palmar, ha contribuido a mejorar y ampliar los servicios municipales de su pueblo: jardines, colegios, calles, instalaciones deportivas, etc
Su pérdida deja una profunda huella en Murcia y nuestro Ayuntamiento, personalmente he aprendido mucho de él y hoy con emoción y profunda tristeza sé que le voy, le vamos, a echar de menos. Su esposa, Maruja, sus hijas y nietos tienen que sentirse muy orgullosos de Remigio, de lo que ha sido y ha dejado; de lo que nos ha transmitido y sobre todo de lo buena persona que era y el legado que nos deja a todos.
Murcia y su pueblo de El Palmar han perdido hoy a uno de los mejores, que desde el cielo seguro continuará consolando y acompañando a su familia y amigos y batallando por los suyos y su tierra. Su recuerdo imperecedero lo hará siempre presente entre nosotros. Remigio, descansa en paz.
Miguel Ángel Cámara Botía
Alcalde de Murcia
