En conmemoración al 350 aniversario de la Familia Vicenciana, el colegio San Vicente Ferrer de El Palmar celebró ayer una Eucaristía en la festividad de Santa Luisa de Marillac, quien difundió junto a San Vicente de Paúl el carisma vicenciano, fundando las Hijas de la Caridad y los Padres Paúles. La Misa estuvo presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. José Manuel Lorca Planes, quien estuvo acompañado de otros presbíteros diocesanos. En este acto también estuvo presente D. José Luis Mendoza y su mujer, así como algunos miembros de la Universidad Católica San Antonio, ya que este colegio pertenece a esta fundación.
La Misa comenzó a las diez de la mañana, en el patio del colegio. El Sr. Obispo destacó la figura de San Vicente y Santa Luisa, siempre al servicio de los necesitados y animó a los niños a tenerles como ejemplo, encontrando siempre a Dios en las personas. Lorca Planes explicó a los niños que “el hombre es imagen de Dios”. “Cuando amo a una persona, estoy amando a Dios; cuando ayudo a una persona, estoy ayudando a Dios; cuando curo las heridas a una persona, estoy ayudando a Dios”- aseguró. De este modo, indicó que el Señor suscita en gente un corazón muy grande para poder ayudar a los demás, “para seguir cuidando de quien es imagen y semejanza de Dios”, como es el caso de estos dos Santos.
“Hace 350 años, San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac empezaron a poner el amor por bandera”- afirmó el Sr. Obispo. Comentó que luego le siguieron las Hijas de la Caridad y los Padres Paúles. “Si queréis imitar las virtudes de San Vicente y Santa Luisa, hay que abrir los ojos”- aseveró. “Que el Señor os anime y os dé fuerza y coraje para que cada día viváis haciendo siempre el bien”- apuntó.
El Sr. Obispo agradeció a los padres y a los profesores su ayuda en la labor educativa de los niños y expresó que “la intención de la dirección del Colegio es que, al tiempo que crezcan conociendo los valores humanos, crezcan conociendo a Dios”, ya que “quien tiene los valores cristianos, tiene también la necesidad del alma y la paz del corazón”.