David Moya (guitarra acústica y voz)
Nein (batería y percusión)
Jorge Iglesias (guitarra eléctrica)
José Rubén Martínez (bajo)
Con la desnudez por bandera, me decido a velar los negativos que se olvidan en rincones inexplorados; vivencias, sentimientos, pureza. Una decena de canciones a pulmón, producidas desde la percepción acústica de mis composiciones, la vitalidad de las primeras tomas, la calidez de las mesas pegadas al escenario. Imperfecto, como uno mismo; espontáneo y mágico, como los cartuchos caducados de polaroids fuera de mercado. Tan real como lo que se sueña sin la decepción del despertar. Un paseo por la estrecha senda del ser uno mismo. Un recorrido solitario por el cuaderno en blanco de la vida.
Retomo tres cortes del disco anterior ("Nada", "Me pido el malo" y "Laberinto"), permitiéndome el lujo de imaginar estas canciones vistiendo traje nuevo; me río de algún autorretrato absurdo ("Trinchera"), me tambaleo y sale movida la foto ("El único pirata", o "De tanto", en la que miro a la muerte a los ojos); reivindico mi bandera o la de otros ("Side car", "El heroico fracaso" o "Hijos de las nubes", dedicada esta última al pueblo saharaui) y, cómo no, encuentro en el amor la justificación creativa, el motor de aquellas obras que tan sólo pretenden mostrar lo que resulta imposible explicar ("Perpendicular").
David Moya
David Moya (Murcia, 1978) forma parte este año de la programación del festival Barna Sants tras obtener recientemente el primer premio en la última edición del Certamen Nacional de Cantautores de Horta-Guinardó, celebrado en Barcelona en junio de 2009. Tras 10 años de carrera musical, diversos premios en el ámbito regional murciano, una presencia frecuente en fases finales de certámenes nacionales de canción de autor (Ceutí, Elche, Melilla, Horta, Granada, …), y tres discos autoproducidos ("Sueñografía 1978-2003", "Volteretas" y "Reb-velado"), David se dispone ahora a publicar su cuarto álbum, “Negativos latentes”, cuya producción corre a cargo del barcelonés Juantón.
En sus conciertos actuales, David hace un repaso por su discografía, con un repertorio que se basa en una mezcla entre las canciones de su anterior trabajo, "Reb-velado" y las de su nueva obra, haciendo gala de la calidez y cercanía que caracterizan sus textos e interpretación. Todo un viaje musical por el rico y subjetivo mundo de las emociones.