En los 46.700 m2 del Parque, que se encontraban en estado bruto y abandonado, se ha eliminado la vegetación arbustiva y se han llevado a cabo tareas de repoblación, instalando a su vez mesas interpretativas que hacen referencia al tipo de flora, fauna autóctona y los puntos de interés o rasgos importantes del paisaje.
Para impulsar la actividad física, se han trazado caminos y recorridos interiores por el Parque, así como mesas picnic en áreas con sombra que favorecen el descanso y el acercamiento al entorno.
El importe de las actuaciones asciende a 30.000 euros, la mitad de ellos aportados por la entidad financiera CajaDuero.
Entre los proyectos que se quieren realizar en la zona figuran la creación de un observatorio de aves autóctonas, el acondicionamiento de un área de descanso con mobiliario forestal y una reforestación por áreas con la plantación de olivos, algarrobos, palmitos y romero, entre otras especies.
Por último, y con la idea de crear un auténtico parque forestal para involucrar a la comunidad universitaria y a la sociedad en general en actividades medioambientales, se planea la construcción de un terrario habilitando una zona para el fin y reuniendo información para los visitantes.
El parque fue inaugurado con la presencia del vicerrector de Economía e Infraestructuras, Antonio Calvo-Flores, y de representantes del Ayuntamiento de Molina de Segura y de la citada entidad financiera.