Nueva York, 4 sep (EFE).- El español Nicolás Almagro, que sufrió más de lo esperado para superar al estadounidense Robby Ginepri, con el que necesitó agotar los cinco sets (6-7(7), 6-2, 6-3, 4-6 y 6-4) y avanzar a la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, reconoció que para él sería "un sueño disputar la Copa Davis contra Israel" en su tierra, Murcia, escenario fijado para el duelo de semifinales.
"Jugar en casa siempre es especial. Hacerlo en tu tierra me haría feliz. Sería la primera vez que juego en casa, además en mi tierra. Ahora no me paro a pensarlo aunque sería un sueño, con los míos. Sería algo espectacular. Ahora no quiero pensar. Dependerá del capitán y yo estoy a disposición del capitán", dijo Almagro.
El tenista murciano desmintió las informaciones que decían que se marchó molesto de la eliminatoria de Marbella, contra Alemania, después de que el capitán, Albert Costa, optara por Juan Carlos Ferrero para completar el equipo. Almagro dijo que la decisión de abandonar la concentración fue por la enfermedad de su entrenador, Antonio González Palencia, que al día siguiente sufrió un ictus cerebral.
"Yo no salí rebotado para nada. Lo que le pasó a mi entrenador está ahí y las cosas se dieron así. Los peores presagios se dieron al día siguiente. Se dijeron cosas que no son verdad. Que discutí con el capitán y para nada. Hablé con él y le pedí que si nos podíamos ir y él no puso ningún problema. Vinieron cosas que no esperaba", declaró el tenista murciano, que confía en una recuperación de su preparador.
"Espero y deseo que vuelva a estar lo antes posible. Ha sido muy duro porque el infarto cerebral se le ha repetido tres veces. He estado con él como he podido y lo único que puedo hacer por él es jugar al tenis", concluyó. EFE