Murcia ya tiene un emblema que presenta a la ciudad como candidata a la Capitalidad Europea de la Cultura 2016. El logotipo simboliza la convivencia de las tres culturas, con las formas entrelazadas de la torre de la Catedral, los arcos árabes y las puntas del Sol, que recuerdan a las de la Estrella de David.
Los colores utilizados en el diseño del logotipo son el amarillo, como tono característico del sol y la luz de Murcia; el rojo, del escudo de la ciudad, y el azul, del río que la cruza y del agua que da vida a su huerta.
Además, los arcos forman la sílaba MU, acrónimo de la ciudad, y las ondas que penetran en la letra ‘u’ simbolizan su carácter mediterráneo.
Hasta finales de 2009, cuando el Gobierno central publique las bases, el municipio no podrá formalizar su candidatura oficial a la Capitalidad Europea, aunque ya ha mostrado su "declaración de intenciones".
Durante 2010, se preparará el anteproyecto del año que tendrá que presentarse en octubre de ese mismo año. La preselección de las cuatro capitales españolas que pasan a la fase final se realizará a finales de 2010.
La Capitalidad Europea de la Cultura consiste en resaltar la riqueza, la diversidad y los rasgos comunes de la cultura europea, favoreciendo el acceso a la cultura de los ciudadanos y poniendo de relieve el papel de la cultura en el desarrollo de las ciudades. En 2016 compartirán capitalidad una ciudad española y otra polaca.
El propio hecho de preparar la candidatura supone una oportunidad para analizar y refundar una nueva visión de la ciudad, el territorio en el que ésta se encuentra y sus alianzas con otras ciudades y pueblos europeos.
Generalmente, las ciudades elegidas aprovechan la designación para acometer proyectos estratégicos y sostenibles de desarrollo cultural, cohesión social o conciencia europea.
Así, si Murcia fuese elegida Capital Europea de la Cultura 2016, esto supondría organizar amplios programas de eventos de variado tipo, desde música, danza y teatro, a festivales de cine, festivales alternativos, exposiciones, muestras de arte, conferencias, acontecimientos al aire libre...
La idea de la Capital Europea de la Cultura nace en 1983 de la mano de Melina Mercuri, ministra griega de Cultura, quien propuso a la Comisión Europea la creación de esta acción, que, desde 1985 hasta hoy, ha otorgado dicho reconocimiento a 33 ciudades europeas, entre las que se encuentran Madrid en 1992, Santiago de Compostela en 2000 y Salamanca en 2002.