Murcia, 5 ago (EFE).- El perro de la raza pitt bull, que tenía la mujer que presuntamente mató hoy a su hija en Murcia, alertó con sus ladridos a los vecinos de que algo anormal ocurría en la vivienda, por lo que varios de ellos llamaron de forma repetida a la puerta del segundo piso donde ocurrieron los hechos, sin que nadie abriera.

Así lo han contado a Efe varios de los convecinos del número 10 de la avenida de La Fama, un edificio de protección oficial construido a mediados del siglo pasado, que ahora realoja a familias con escasos recursos económicos.

Además, fuentes de la Delegación del Gobierno en Murcia han informado de que la madre tiene unos 50 años y la hija, alrededor de los treinta, ambas de nacionalidad rusa. Así como que no había constancia de que hubieran solicitado asistencia social.

Los vecinos han relatado que "el perro empezó a ladrar sobre las 14,00 horas" y mientras unos permanecieron ante la puerta, buscando alguna forma de abrirla, otros salieron a la calle, donde localizaron a una patrulla de la Policía Local que pasaba por la zona.

Al lugar tuvieron que acudir los bomberos para forzar la entrada, y según ha relatado un vecino, que permaneció en la escalera, vio cómo caía parte del marco de una puerta, que había sido puesto, al parecer, para atrancar la misma.

El perro, que continuaba ladrando mientras los bomberos procedían a forzar el acceso, se mostró sin embargo dócil cuando fue recogido por el servicio de Zoonosis del ayuntamiento de Murcia.

Según fuentes próximas al caso, los agentes de la Policía Nacional que acudieron a la vivienda encontraron el cadáver de la joven en su habitación, y presentaba un corte en el cuello.

La madre, que fue localizada en el salón, estaba consciente cuando fue atendida por los médicos de la Unidad Médica de Emergencias (UME) que, a continuación, fue trasladada al servicio de Urgencias del hospital Reina Sofía, situado a escasos metros del edificio.

Los vecinos comentaron también que la mujer, que desde hacía un año vivía en esta casa, trabajaba como limpiadora y, que, días atrás, había comentado a las vecinas con las que hablaba cuando bajaba con su hija y el perro a una plaza próxima, que quería volver a su país.

Pasadas las 17:30 horas, el cadáver de la chica ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de Murcia, y poco después han abandonado la casa varios agentes policiales que portaban una bolsa de plástico, un sobre tamaño folio, donde presuntamente guardaban el arma homicida, una caja de cartón así como el larguero del que había contado el vecino que atrancaba la puerta.

El parte médico facilitado por la consejería de Sanidad indica que la presunta parricida se encontraba grave con pronóstico reservado por una importante afección gástrica, que según fuentes próximas al caso, derivaba de la ingesta de productos de limpieza, entre ellos lejía. EFE