En 2008, los centros de servicios sociales de Murcia tramitaron 11.000 ayudas y otras prestaciones

Prestar el apoyo que precisan las personas dependientes y reforzar la atención primaria ofrecida desde los servicios sociales son dos cuestiones básicas en las que colaboran estrechamente el Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Política Social, Mujer e Inmigración. Y es en este marco de cooperación en el que el Alcalde, Miguel Ángel Cámara, y el Consejero Joaquín Bascuñana, han firmado esta mañana el convenio para el desarrollo de actuaciones en materia de servicios sociales de atención primaria (2009-2010).

El montante del acuerdo asciende a casi 3,8 millones de euros, de los cuales 950.000 proceden de las arcas municipales, cuyo destino tendrá una triple vertiente: el sostenimiento de la red de centros de atención primaria, el desarrollo del servicio de ayuda a domicilio y del programa de acompañamiento para la inclusión social.

La mayor parte de este presupuesto, prácticamente 2 millones de euros, tendrán como finalidad el mantenimiento de los centros de servicios sociales de atención primaria del municipio: Ciudad de Murcia, Murcia Sur y Murcia Norte, junto con las 31 unidades de trabajo social dependientes de ellos y distribuidas por los barrios y pedanías. La finalidad de esta red, en la que trabajan 78 personas, es garantizar el derecho de los ciudadanos de todo el municipio a los recursos y prestaciones del sistema público de servicios sociales.

Más de 27.000 personas fueron atendidas en 2008 mediante la cita previa, lo que significa 5.000 ciudadanos más que el año anterior –22.489- y 10.000 más que en 2006 –17.800-.

Asimismo, en 2008 la red de centros de servicios sociales realizó 15.401 expedientes familiares y 24.712 intervenciones con 30.669 usuarios asociados.

A través de la red de atención primaria en el municipio se tramitaron durante el pasado año casi 11.000 solicitudes de diversos tipos de ayudas, tanto del Ayuntamiento como de la administración regional (ayudas de emergencia social, ayudas para personas mayores o con discapacidad, ingreso mínimo de inserción, etc.), además de reconocimiento de grado y prestaciones del Sistema de Atención a la Dependencia, de informes de arraigo social de la población inmigrante y otras prestaciones sociales (ayuda a domicilio, ingreso en centros residenciales, teleasistencia, etc.).

1.562 usuarios de ayuda a domicilio en Murcia

El desarrollo del servicio de ayuda a domicilio, incluido asimismo en las prestaciones acogidas a este convenio, contará en 2009 con la aportación de 1,6 millones de euros, de los cuales 411.000 serán financiados por el Ayuntamiento. Mientras, el programa de acompañamiento recibirá una dotación de 190.000 euros.

En la actualidad, un total de 1.562 personas se benefician de la prestación del servicio de ayuda a domicilio, a las que se suman las 228 que reciben comida en sus hogares y 147 ayuda durante los fines de semana.

Se trata, en todos los casos, de proporcionar unos servicios basados en cuidados y atenciones en el propio domicilio de personas y familias con dificultades para valerse por sí mismos. El objetivo es mantener o restablecer el bienestar físico, psíquico y social del paciente, posibilitando la permanencia en su medio, potenciando su autonomía personal e incrementando su calidad de vida.

Asimismo, el servicio de teleasistencia llega a 2.730 personas del municipio, a las que presta atención a domicilio ante situaciones de emergencia sanitaria y social durante las 24 horas los 365 días del año, a través de la línea telefónica. El usuario dispone de un medallón que lleva colgado y se acciona con sólo apretar un botón, poniéndole en contacto con un teleoperador del Centro de Atención.

Se trata de un dispositivo encaminado a la mejora de la calidad de vida de los mayores de 65 años, enfermos o discapacitados que viven solos o conviven con otras personas en situación similar.

Esta prestación, que se inició en Murcia en 1995 con 218 usuarios, que alcanzó los 935 en 2002 y en 2003 contaba con 1.500 beneficiarios, contribuye a cubrir dos de las necesidades más importantes de los mayores: la soledad y la seguridad.