El 85% de los egresados de la Universidad de Murcia en el curso 2004/05 se encuentra trabajando en estos momentos, según un estudio de inserción laboral realizado conjuntamente por la Unidad de la Calidad y el Observatorio de Empleo del COIE de la institución docente.
De este porcentaje, el 68% encontró trabajo después de finalizar los estudios y un 24% ya lo tenía antes de terminar. Entre los que no han trabajado aún, en la mayoría de los casos ha sido para seguir estudiando.
El acto de presentación del estudio, celebrado en la Convalecencia, la vicerrectora de Estudiantes y Empleo, Maribel Sánchez-Mora, realizó un recorrido por algunas claves de la muestra, como las características básicas del empleo logrado por los titulados, que es, principalmente, temporal, a tiempo completo y por cuenta ajena.
El 66% de los encuestados eligió su carrera por motivos vocacionales y el 69% ha encontrado empleo en la empresa privada. La mayor parte de los trabajos se dan en la Región, pues sólo el 16% lo hace fuera de ella.
El delegado del rector para la Calidad, Antonio López Cabanes, señaló que el estudio no sólo ha analizado la situación laboral de los egresados, sino que también mide el grado de satisfacción de éstos.
En este sentido, la mayor parte de encuestados se muestran satisfechos con el nivel de responsabilidad en el empleo (89%), con el grado de adecuación del perfil de su titulación a las características del puesto (74%), con el salario (61%) y con las posibilidades de promoción (60%).
Los indicativos de fidelización también resultan favorables para la Universidad de Murcia, ya que el 89% volvería a estudiar en la institución murciana y el 66% cursaría otra vez los mismos estudios.
López Cabanes dijo que, con los datos del informe, se pueden extraer conclusiones que van a servir para revisar y mejorar las titulaciones.
El rector, José Antonio Cobacho, afirmó que el estudio presentado hoy responde al interés de la Universidad de Murcia por sus titulados y por la suerte laboral de éstos.
En esta línea, el rector rechazó que la universidad pueda convertirse en una fábrica de parados y criticó la supresión del catálogo de titulaciones.