Zaragoza, 8 may (EFE).- El CAI Zaragoza y el CB Murcia se juegan mañana, en el último partido de la fase regular de la Liga ACB, la 'gloria' de lograr la permanencia con el triunfo o la miseria de verse abocados, casi con total seguridad en función de la decisión final de Obradoiro, al descenso de categoría a la LEB.
De nada sirven los treinta y un partidos disputados hasta el momento, con un balance equilibrado para ambos de ocho triunfos y veintitrés derrotas, porque tanto zaragozanos como murcianos saben que en cuarenta minutos se juegan su futuro, seguir en la elite o volver al camino de espinas que es la segunda categoría del baloncesto español.
El conjunto zaragozano, que acumula seis derrotas consecutivas, lleva jugando varias semanas finales anticipadas, todas resueltas negativamente, pero son de esas que ofrecen una nueva oportunidad mientras que en esta ocasión lo único que le servirá será anotar un punto más que su rival para lograr su objetivo.
El club maño deambuló seis temporadas por la LEB hasta que fue capaz de cumplir el sueño de estar en la ACB hará un año precisamente mañana, y con un recuerdo tan cercano de lo que es esa segunda categoría no quiere volver a sufrir las innumerables pesadillas que en ella padeció.
Además con los murcianos tienen pendiente la cuenta de haber caído en el partido decisivo, en el mismo escenario y con el Pabellón Príncipe Felipe abarrotado, en la temporada 2005-06 que dejó a los rojillos dos temporadas más en la LEB y aupó a los grana a la ACB.
En este enfrentamiento, lo que hay en juego es prácticamente idéntico para ambos, la salvación o el descenso a expensas de la decisión de los gallegos, aunque los zaragozanos, que "no contemplan la derrota en ningún caso", se juegan un poco más que su rival porque en caso de perder les obligaría a observar el resultado que obtenga el colista ViveMenorca, que podría adelantarles al contar con mejor basketaverage en caso de vencer al Cajasol.
Los hombres que dirige Alberto Angulo han trabajado con normalidad durante la semana en la que lo más destacado ha sido ver de nuevo en acción al internacional argentino Paolo Quinteros, que se recupera de una rotura en el arco cigomático del ojo derecho, y que podría suponer la gran sorpresa en la convocatoria a la vez que dejaría fuera previsiblemente a Andrija Zizic.
Los aficionados zaragozanos confían en ver ganar de nuevo a su equipo en casa, donde no vence desde que el pasado 1 de marzo se impuso al ViveMenorca, y para ello volverán a completar la práctica totalidad de las gradas.
El partido entre zaragozanos y murcianos de disputará en el Pabellón Príncipe Felipe de la capital aragonesa a las 18:15 horas y será dirigido por el trío arbitral formado por Arteaga, Perea y Jiménez. EFE