De esta forma, únicamente falta su aprobación definitiva en Junta de Gobierno para que la Concejalía de Medio Ambiente y Calidad Urbana pueda comenzar a llevar a cabo las distintas actuaciones de lucha o prevención contra la contaminación acústica.
También se va a crear un grupo de trabajo para que colaboren en la redacción y ampliación de las distintas medidas. Algunas de estas actuaciones son las siguientes:
Urbanismo y edificación:
● Información acústica de planes parciales situados junto a autopistas, autovías, arterias de gran capacidad, polígonos industriales, estaciones aeropuertos, centros de transporte, etc. desde la aprobación del Plan General de Murcia en el año 2001.
● Exigencia de aislamiento acústico supletorio al exigido en la NBE-CA-88 en los nuevos edificios situados en calles que superan los límites fijados por la normativa desde el año 2001 con la aprobación del Plan General de Murcia.
● Línea de subvenciones para incrementar el aislamiento acústico en aquellos edificios ya existentes situados en calles donde se superan los niveles de ruido fijados por la normativa. Puesta en marcha en el año 2002.
A través de la Ordenanza municipal de Protección del Medio Ambiente contra la emisión de ruidos y vibraciones hay establecidas siete Zonas de Especial Protección Medioambiental (ZEPM) en el casco urbano de Murcia, donde se fijan medidas especiales que permitan mejorar o preservar su calidad acústica.
Movilidad:
● Instalación de asfalto fonoabsorbente en las nuevas vías de tráfico y en aquellas que se renueven.
● Controles de los niveles de ruido de los vehículos a motor.
● Potenciación de modos de desplazamiento sostenible en detrimento del vehículo privado. Las principales medidas contempladas en este campo son:
● Peatonalización de calles y establecimiento de zonas de tráfico restringido. Hasta la fecha se cuenta con 250.000 m2 de zonas peatonales y cuatro áreas de tráfico restringido.
● Renovación, ampliación y protección de aceras y eliminación de barreras arquitectónicas.
Hay que recordar que en estos momentos se está trabajando en la segunda fase del mapa de ruidos con la actualización de los mapas de 16 pedanías y la realización de los correspondientes a otros 38.
De esta forma, el municipio cuenta con un valiosísimo instrumento de gestión ambiental, además de cumplir con la normativa europea que en su Directiva 2002/49/CE establece la obligación de que los municipios con más de 250.000 habitantes elaboren sus mapas de ruido.