Más de 10.000 personas se congregaron anoche a lo largo de toda la Gran Vía de Murcia para asistir al estreno absoluto del concierto ‘La Gran Vía. Una alegoría homenaje al siglo XX’ con el que los musicólogos Llorenç Barber y Enrique Máximo pusieron el broche de oro al Festival Alter Arte 2008, que durante una semana ha ofrecido más de 40 actividades artísticas en la ciudad de Murcia a cargo de más de 100 artistas del ámbito internacional, nacional y regional.
El ‘Concierto para vehículos de motor, tambores y fuegos artificiales’, al que asistieron el consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, y la directora del Instituto de la Juventud de la Región de Murcia, organizador del evento, Verónica López, además de representantes políticos como el alcalde de Murcia, Migue Ángel Cámara, y culturales, como el presidente del Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo y director de la galería Espacio Mínimo, José Martínez Calvo, y la presidenta de MurciaaEscena, Esperanza Clares, contó con la participación de más de 800 personas, entre los músicos que formaban los grupos corales, los ocho quintetos de metal y los que tocaban el saxofón en coches de época, entre otros; además de los que componían los equipos técnicos, patinadores, ciclistas, tamboristas de Hellín, Mula y Agramón, y los conductores de los vehículos entre los que se encontraban policías nacionales y locales, bomberos, conductores de ambulancias, de turismos, autobuses, vehículos de limpieza viaria, camiones de basura y de coches de época desde los años 20.
Así, los cuatro carriles de la Gran Vía de Murcia fueron ocupados por todo tipo de vehículos en una romería sonora que sus creadores dedicaron al fallecido violonchelista murciano Miguel Ángel Clares y que puso fin al festival Alter Arte con un castillo de fuegos artificiales y un multitudinario aplauso.
