Murcia, 7 oct (EFE).- Las nuevas modalidades de acoso sexual a menores a través de Internet producen un mayor ensañamiento con la víctima por la exhibición que de ella se hace en la red, afirmó hoy Pedro Rubio Lara, catedrático de Derecho de Penal de la Universidad de Murcia.
En su intervención sobre "grooming" o "ciber acoso", dentro del curso "Violencia Doméstica y de Género: Delitos contra la libertad sexual. La pederastia", Rubio Lara explicó que el "grooming" es el juego de seducción y perversión de un mayor de edad hacia un menor a través de la Red.
En el curso organizado por la Universidad de Murcia y Asociación Seguridad y Policía "Seguripol", el catedrático advirtió que el 16 por ciento de los menores de 18 años que acceden a Internet llegan al final a una cita a ciegas.
Por ello, se mostró partidario de soluciones de formación y educativas así como de filtros para evitar que accedan a determinadas páginas, ya que esta nueva modalidad de acoso produce un mayor ensañamiento con la víctima, más allá del propio delito, al mostrala a través de internet o de teléfono móvil.
Pedro Rubio informó que, según datos del ministerio de Interior, en 1007 se produjeron 271 detenciones por acoso a menores a través de internet, frente a los 52 de 2003; y se investigaron 392 infracciones penales frente a 45 del año 2000.
El perfil del "ciber acosador" responde, afirmó el catedrático de Penal, al de un hombre de entre 35 y 50 años, con una posición económica y cultural media alta y bien considerado socialmente.
Al curso habían sido invitado a título personal varios altos cargos de la Jefatura Superior de Murcia que no acudiran "por orden superior", dijeron a Efe fuentes de la organización.
En la ponencia sobre "Víctimas de los pederastas: aspectos médicos y psicológicos de la explotación sexual", el forense del Instituto de Medicina Legal de Murcia, Antonio Rubio, explicó que en el año 2007 los profesionales de este instituto realizaron 63 valoraciones de menores de 17 años, de los que 33 tenían menos de diez años.
Rubio Díaz dijo que un estudio realizado en 2004, con un numero similar de menores valorados en la Región, concluía que en el 50 por ciento de los casos existían indicios razonables para pensar que se trataba de falsas denuncias.
Para el forense es un tema delicado, porque a veces no presentan lesiones físicas; es la manifestación de un menor a lo que se suma que, en muchos casos, el denunciado es el padre o una persona cercana, lo que complica la situación y muchas veces no se llega a una conclusión exacta.
El forense agregó que son los médicos y los educadores los que pueden detectar cambios de carácter en el menor para empezar a investigar un posible caso de acoso sexual.
Antonio Rubio afirmó que "no son todos los que están, ni están todos los que son", para alertar de que las denuncias conocidas son la punta del icerberg, y se mostró partidario de exhibir en las web policiales las fotografías de pederastas, porque "la víctima es el menor y todo lo que sirva para mejorar la investigación es positivo".
Por su parte Manuel Illera, psicólogo y educador de la prisión de Sangonera, defendió el tratamiento psicoterapeutico para los pederastas, aunque "sea largo y haya dudas sobre su efectividad".
Todavía se desconoce si el pederasta es un enfermo psiquiátrico o tiene una conducta social desviada, y en muchos casos se mezclan ambas cosas, pero hay ejemplos en los que se ha conseguido un control de los impulsos y altos índices de mejora.
Para este psicólogo, hablar de castración química o de amputación esta superado, porque "muchas veces el control de impulsos esta en la mente y aunque inhabilites o limites la testosterona el problema está en ese control y lo que supone como dominio del otro sujeto".
Relativamente partidario de una reforma del Código Penal, afirmó que aplicar cadena perpetua no cumple el fin de rehabilitación que tiene la Justicia, aunque si se mostró a favor de aumentar los controles a los excarcelados, que es donde falla el sistema, dijo. EFE