El Servicio de Parques y Jardines ya ha completado la poda de los árboles plantados en las plazas, jardines y aceras del municipio.

La campaña se inició el pasado mes de octubre y ha finalizado en mayo. En estos ocho meses se han podado 16.000 árboles de los cuales 14.000 han sido moreras y 1.300 tipuanas. A esto hay que añadir la poda que se realiza a 52 árboles de gran porte (ficus, pinos, casuarinas y eucaliptos) y a alrededor de 700 palmeras.

Entre los medios mecánicos y materiales que se emplean destacan un camión con brazo articulado, un camión prensador, furgonetas y camiones para retirada de la poda –8 vehículos y 4 recolectores de 16 metros cúbicos de capacidad, 20 motosierras y 16 escaleras. Además de los medios humanos necesarios –un total de 22 personas- con sus correspondientes equipos de protección individual.

Una vez acabada la poda de especies de hoja caduca, que ya ha finalizado, la Concejalía de Medio Ambiente y Calidad Urbana procede a la poda de especies de hoja perenne o semiperenne, como naranjos, jacarandas o tipuanas y replantado de flor, además de siega y cuidados específicos del césped. Por otra parte, los restos de poda se envían a la planta de tratamiento, donde se convierten en compost reutilizable para abonar plantas.

Dentro de los trabajos de conservación y mantenimiento del patrimonio arbóreo de calles y jardines, se hace necesaria la poda de algunas especies, con el fin de reducir su copa en algunos casos o eliminar ramas molestas o peligrosas en otras. Las podas se destinan al mantenimiento y a la conservación de árboles, cuyo objetivo es asegurar una mayor salud de los ejemplares, alargando su vida y solidez.

La poda del arbolado queda justificada cuando el desarrollo de la copa del árbol es incompatible con el ancho de la calle, cuando las ramas molestan en las fachadas de los edificios, impiden la visibilidad de señales de tráfico o se mezclan con los tendidos eléctricos o de telefonía. También se poda cuando hay ramas que, por su forma de crecimiento o por estar enfermas podrían ser peligrosas para personas o bienes en caso de caída. Además se incluye a los árboles jóvenes en proceso de formación, con el fin de dirigir la dirección de las ramas mediante podas selectivas.