Murcia ha querido honrar a su fundador, Abderramán II, y de esta pretensión surgió la iniciativa de promover la creación de un monumento en su honor. La deuda se ha saldado hoy en un acto celebrado esta tarde en la Plaza de la Cruz Roja, que ha estado presidido por el Alcalde, Miguel Ángel Cámara y al que han asistido miembros de la federación de Moros y Cristianos, entre ellos su presidente, Julián Fernández, y los cargos festeros. Tampoco ha faltado el concejal de Fiestas y Cultura Popular, Rafael Gómez, la primera Teniente de Alcalde, María del Carmen Pelegrín y la Senadora María José Nicolás.
La fecha de su inauguración no es anecdótica. Se ha elegido precisamente porque así se abren los actos con los que se conmemorará el 25 aniversario de la celebración de las fiestas de Moros y Cristianos en la Feria de Murcia y la cita del congreso de la unión nacional de entidades festeras este fin de semana en Murcia.
En este emplazamiento se exhibe desde hoy la escultura, de tres metros de altura, obra de José Carrilero Gil –quien tampoco ha faltado al acto-, cuya fundición en bronce se ha llevado a cabo en la empresa “Con sumo arte”.
Abderramán II fundó la ciudad de Mursiya en el año 831 sobre un pequeño poblado de origen romano junto al río Segura y la convirtió en residencia de gobernadores y generales, que la engrandecerían hasta hacerla capital de una región de fuerte personalidad propia y que, con el devenir del tiempo, habría de convertirse en una de las ciudades más importantes de Al Andalus.
Por eso, el Alcalde, Miguel Ángel Cámara, ha querido destacar que con la inauguración de este monumento se avanza un paso más en el proyecto emprendido por el Ayuntamiento en los últimos años de embellecer la ciudad con obras de prestigiosos artistas de fama nacional e internacional. En este caso, además, “se dan la mano la historia y el arte”.
El fundador de Murcia, Abderramán II, que cuenta con una calle y una plaza en la ciudad, también está presente desde hoy con este monumento.
El acto en la Plaza de la Cruz Roja ha concluido con un alarde de alcabucería que ha iniciado el propio Alcalde, a propuesta de los cargos festeros.