Desde el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) nos sumamos un año más al Día Mundial de la Salud Mental y, atendiendo a la cuestión abordada este año, "Trabajo y salud mental, un vínculo fundamental", lo hacemos con una reivindicación clara: el reconocimiento de los derechos laborales y retributivos de los Técnicos Sanitarios.
Desde hace más de 17 años, estos colectivos profesionales esperan la aplicación del artículo 76 del EBEP- ahora TREBEP-, por el que los Técnicos Medios de la Formación Profesional (FP) deben estar en el subgrupo C1 y los Técnicos Superiores en el grupo B; sin embargo, la Disposición Transitoria 3ª, incluida en el texto legal, les mantiene en una clasificación que no se ajusta a la realidad laboral. En este sentido, tampoco lo hacen las funciones que los Técnicos en Cuidados de Enfermería (TCE) desempeñan, pues aún se rigen por las establecidas en 1973.
"Estos son solo dos ejemplos de la falta de reconocimiento y puesta en valor de la Administración hacia estos profesionales, lo que, sin duda, merma su salud mental. Plantillas inadecuadas, sobrecarga laboral, recursos materiales insuficientes o la amenaza continua de poder sufrir una agresión, física o verbal, por parte de algún usuario o familiares, son otras de las situaciones que se viven en muchos centros sanitarios y socio-sanitarios, generando en los profesionales episodios de estrés y ansiedad que, habitualmente, terminan en incapacidades temporales. Desde SAE trabajamos diariamente en cada centro, tanto hospitalario como socio-sanitario, para garantizar la seguridad y salud de los profesionales Técnicos Sanitarios, pero la Administración debe dejar de mirar hacia otro lado y poner en valor a estos profesionales, tanto reconociendo sus reivindicaciones laborales como mejorando las plantillas y asegurando su integridad física y mental. Si no se cuida y protege el bienestar de los profesionales sanitarios, es difícil cuidar y proteger la sanidad pública", explica Daniel Torres, secretario de Acción Social de SAE.