El prófugo aparecía en la lista italiana de los “fugitivos peligrosos” ya que era conocido en los ambientes criminales como una persona cercana a la llamada “Camorra Romana”
El fugitivo se encontraba en territorio nacional
La investigación se inició cuando se recibió comunicación por parte de las autoridades italianas informando sobre la fuga de un peligroso fugitivo y que este podría encontrarse en España. De forma inmediata se activó el mecanismo de cooperación internacional de la Red Europea de Fugitivos (ENFAST) entre las autoridades españolas e italianas, para el intercambio de información en tiempo real sobre la investigación y poder localizar y detener al fugitivo.
Las pesquisas iniciales de los investigadores arrojaron una primera línea de investigación en Ibiza, donde podría estar escondido el fugitivo, ya que detectaron de que personas de su círculo más cercano podrían encontrarse en la isla.
Finalmente, y gracias a los mecanismos de cooperación internacional, se tuvo conocimiento de que personas cercanas al arrestado podrían coger un vuelo desde Francia hasta la ciudad de Barcelona para encontrarse con el reclamado, por lo que inmediatamente se estableció un dispositivo de vigilancia y seguimiento para cubrir la llegada al aeropuerto.
Tras su llegada, estas personas tomaron un taxi y se inició un seguimiento detectando que otra persona les daba instrucciones a través del teléfono móvil, probablemente con recomendaciones de medidas de seguridad a adoptar, ya que se bajaron del taxi para coger rápidamente otro distinto.
A pesar de las medidas de seguridad adoptadas, se consiguió continuar con el seguimiento hasta la periferia de la ciudad de Barcelona, donde les recibió el propio fugitivo en la vía pública, que rápidamente fue arrestado por los agentes.