Los Estados miembro tienen el reto de reducir la pobreza infantil, mejorar la salud mental de la infancia, abordar la situación de los migrantes y refugiados o combatir el cambio climático
El próximo 1 de julio España asume la presidencia del Consejo de la Unión Europea. Este momento supone una oportunidad para que los derechos de la infancia avancen en Europa, puesto que en los próximos meses se impulsarán diversas iniciativas y proyectos que afectan directa o indirectamente a los niños, niñas y adolescentes.
“La presidencia española nos ofrece la posibilidad de que España sitúe a los niños, niñas y adolescentes de nuestro país, de toda la región y, también, de todo el mundo, en el centro de los procesos y decisiones que tengan lugar durante estos meses”, asegura Gustavo Suárez Pertierra, presidente de UNICEF España. “Si bien se han producido avances como la Estrategia Europea sobre Derechos de Infancia o la Garantía Infantil Europea, queda mucho margen de mejora, y desde UNICEF España vamos a estar muy pendientes de que la infancia sea tenida en cuenta por todas las instituciones europeas y en todos los expedientes que se finalizarán en este semestre”.
En este sentido, la organización ha identificado seis ejes clave en torno a los cuales se pueden reforzar los derechos sociales, reducir la desigualdad y fortalecer los sistemas de protección de la infancia, siempre contando con la participación de niños, niñas y adolescentes.
El primero de esos ejes es el de políticas sociales, para el que UNICEF España recuerda la importancia de implementar eficazmente la Garantía Infantil Europea para reducir la pobreza y la exclusión social de la infancia en todos los Estados miembro, reforzar la Europa de los Derechos Sociales y contar con la participación de la infancia en todos los procesos que les afecten. Para UNICEF España, nuestro país debe consolidar el trabajo ya realizado asegurando la inversión necesaria, generando marcadores para medir y supervisar, implementando estrategias y modelos de atención que garanticen entornos protectores y garantizando la coordinación de todos los actores y niveles de la administración.
El segundo es la salud mental, uno de los grandes problemas que afectan a la infancia y la adolescencia, especialmente desde la pandemia. UNICEF España recibió con satisfacción la comunicación de la Comisión Europea sobre un enfoque global de la salud mental en la que se prioriza a la infancia y la adolescencia y pide que tanto las conclusiones del Consejo que se esperan a finales de julio, como la futura Estrategia de Salud Mental europea, incluyan un enfoque de derechos de infancia que refuerce el papel de las familias y de los propios niños, niñas y adolescentes para la prevención y detección precoz de trastornos, y para la atención al bienestar emocional de la infancia.
En tercer lugar, está la situación de la infancia migrante y refugiada. Durante la presidencia española y la belga, su sucesora, se prevé finalizar las negociaciones de los expedientes que conforman el Pacto Europeo de Migración y Asilo. España tiene la oportunidad de liderar el proceso y garantizar que el nuevo marco político y jurídico en materia migratoria respete los derechos humanos, incluidos los de infancia. Para ello, UNICEF España propone procedimientos fronterizos y de asilo adaptados, mecanismos rápidos de reagrupación familiar o mejoras de los procedimientos de retorno.
El cuarto eje temático afecta a las empresas. UNICEF España quiere garantizar que el texto final de la Directiva europea sobre la debida diligencia de las empresas en materia de sostenibilidad incluya una mención explícita a los derechos de infancia, puesto que, si bien cada vez más empresas toman medidas para respetar los derechos humanos, no están siendo lo suficientemente eficaces, especialmente en las cadenas de valor y suministro mundiales. Por ello es necesario, entre otras acciones, contar con un paquete integral de medidas inclusivas con los derechos de infancia.
El quinto eje es la relación con América Latina y el Caribe. Uno de los primeros hitos que sucederá bajo la presidencia española será la cumbre entre la UE y América Latina y el Caribe los días 17 y 18 de julio. UNICEF España espera que este momento suponga una oportunidad para aumentar la inversión en infancia y adolescencia -especialmente en materia de educación, salud y protección- para sentar unas bases sólidas de la cooperación entre regiones.
Por último, se encuentra el desafío del cambio climático, que amenaza la supervivencia de la infancia. El objetivo de UNICEF es garantizar que, para 2030, los 3.500 millones de niños, niñas y jóvenes del mundo estén protegidos frente a los peores efectos del cambio climático; para ello, la organización pide que los derechos de infancia estén presentes en todas las iniciativas relacionadas con la emergencia climática y la transición verde y que se incluya a niños, niñas y adolescentes tanto en las tomas de decisiones, como en las delegaciones oficiales que representas a países europeos en las grandes cumbres del clima.
“Invertir en infancia es una de las mejores inversiones que se pueden hacer, y no hacerlo genera enormes costes personales, sociales y económicos. Por lo tanto, es fundamental que los derechos de la infancia se conviertan en una parte integral de las políticas e inversiones de la UE para lograr resultados medibles y sostenibles para los niños, niñas y adolescentes que viven en Europa y en todo el mundo”, concluye Suárez Pertierra.