La organización de atención directa a la infancia asegurará la cobertura de sus carencias alimentarias, educativas y de salud mental.

El 27,8 % de los menores de 18 años en España están en riesgo de pobreza o exclusión social y el 10 % en situación de carencia material severa.

Un millón de hogares tiene a todos sus miembros en paro, siendo aquellos con hijos e hijas menores de edad especialmente vulnerables a la pobreza.

Con motivo del Día de la Familia, que se celebra el 15 de mayo, Aldeas Infantiles SOS ha anunciado la activación de su campaña #EmergenciaEnCasa, a través de la cual contribuirá a cubrir las necesidades básicas de 13.000 niños, niñas y adolescentes, lo que incluye alimentación, apoyo educativo, atención psicológica y un bono social eléctrico. La organización da respuesta así a la situación de vulnerabilidad que atraviesan uno de cada tres niños y niñas en nuestro país y recuerda que la subida de precios del último año afecta con especial dureza a la infancia, que continúa siendo el colectivo con mayor riesgo de pobreza en España.

Más de dos millones de niños y niñas en nuestro país (el 27,8 %) sufren carencias materiales, que en el 10 % de los casos son severas, y un alto grado de desigualdad que afecta a todas las áreas de su vida: alimentación, bienestar, educación y salud. El aumento de los precios de bienes de primera necesidad ha creado una situación de emergencia en sus hogares, que han pasado de llegar a fin de mes con dificultades a no poder cubrir las necesidades básicas de los más pequeños.

Para dar respuesta a esta realidad, Aldeas Infantiles SOS ha activado la campaña #EmergenciaEnCasa, que trata de compensar las desigualdades que sufren 13.000 de estos niños, niñas y adolescentes mediante la ayuda directa a sus familias para hacer frente a gastos alimenticios, energéticos y educativos, además de facilitar apoyo psicosocial y en materia de salud mental.

Aldeas Infantiles SOS dirigirá estas ayudas a familias con las que ya trabaja en sus Programas de Prevención y Fortalecimiento Familiar, que son derivadas en su mayoría por los Servicios Sociales y también por los centros educativos al detectar una posible situación de riesgo. "Nuestra labor principal se centra en ofrecer a estas familias las herramientas necesarias para cuidar mejor de sus hijos y para desarrollar sus competencias parentales. Sin embargo, a causa de la crisis socioeconómica que vivimos, la realidad de muchas de estas familias ha cambiado y ahora necesitan ayuda para lo más elemental", afirman desde la entidad.

Además de proporcionar los alimentos necesarios, un bono social eléctrico, material escolar, libros de texto, ropa, calzado, artículos de higiene y ayuda para el transporte escolar, Aldeas trabajará con las familias la educación alimentaria y la gestión económica y organizativa, dándoles a conocer alternativas para comprar de forma saludable y para elegir alimentos de calidad con la máxima optimización de recursos.

Asimismo, facilitará a los niños y niñas refuerzo escolar y acceso a dispositivos digitales para reducir la brecha educativa y digital, meriendas, juegos, tutorías individuales, salidas culturales y de ocio, y talleres educativos. La organización también pondrá a su disposición sus servicios de atención psicológica individual y familiar.

Aldeas Infantiles SOS recuerda que actualmente hay un millón de hogares en nuestro país con todos sus miembros desempleados y asegura que las familias con hijos e hijas a su cargo están más expuestas a sufrir riesgo de pobreza y exclusión. Esta realidad es aún más dura para las familias monoparentales, que en más del 80 % de los casos están encabezadas por una mujer. Casi la mitad de ellas (el 49 %) se encuentran en riesgo de pobreza según la última Encuesta de Condiciones de Vida, muy por encima de la media (26 %).

La pobreza, un fenómeno multidimensional

Tal y como aseguran desde Aldeas Infantiles SOS, la pobreza es un fenómeno multidimensional que afecta a todos los aspectos del desarrollo infantil y tiene consecuencias a largo plazo.

"Mantener una dieta equilibrada con pocos recursos es complicado. Las familias que están en situación de vulnerabilidad socioeconómica a menudo se ven obligadas a consumir alimentos más baratos y menos saludables para poder alimentar a sus hijos e hijas", explican. "No es casual que la obesidad infantil se duplique en los hogares con niveles de renta más bajos".

Por otra parte, no poder pagar la electricidad o el gas tiene implicaciones para la salud, la educación y la nutrición de los niños, niñas y adolescentes. "Tampoco es fortuito que los alumnos y alumnas cuyas familias viven dificultades socioeconómicas obtengan, por lo general, resultados más bajos en sus estudios. Además, presentan mayores tasas de absentismo y de abandono escolar temprano y tienen una probabilidad más alta de repetir curso".

Por último, los niños, niñas y adolescentes que están expuestos a una situación continuada de falta de recursos y dificultades, son especialmente vulnerables a sufrir trastornos de salud mental como ansiedad, depresión o problemas de conducta, entre otros.

Aldeas Infantiles SOS defiende que para terminar con la pobreza infantil en España son necesarias medidas estructurales que aborden el problema de forma integral y con un enfoque de derechos, como políticas preventivas, una prestación universal por hijo a cargo y el aumento de la dotación presupuestaria.

Mientras tanto, seguirá siendo necesario actuar y emprender acciones que impacten directamente en las vidas de los niños, niñas y adolescentes que peor lo están pasando, como #EmergenciaEnCasa.