Condenado por la justicia brasileña a 15 años de prisión por la perpetración de numerosos atracos en febrero de 2019
La investigación para localizar al fugitivo se inició al recibir información por parte de la Policía Federal de Brasil, indicando que el fugitivo podría encontrarse en la ciudad de Madrid. En aras a determinar la ubicación, entorno social, personal y familiar del prófugo los investigadores realizaron gestiones para confirmar su presencia en la capital.
Gracias a las gestiones realizadas por los investigadores y la información recibida por parte del Agregado en el Consulado de Brasil en Madrid, se consiguió centrar su posible ubicación, articulando dispositivo de vigilancia y seguimiento, mientras se continuaban gestiones urgentes con Brasil a la espera de la recepción de la Orden Internacional de Detención que permitiera su detención.
Fruto de la estrecha colaboración con las autoridades brasileñas y el continuo intercambio de información, una vez se logró a través de los contactos internacionales conseguir la vigencia de la reclamación judicial internacional y consiguiente noticia roja de INTERPOL, de modo inmediato se procedió a la detención del fugitivo. Pudo ser rápidamente reconocido gracias a los numerosos tatuajes que llevaba por todo el cuerpo, que hacían alusión, según se constató con las autoridades de Brasil, a su trayectoria criminal en la organización.
Los hechos concretos por los que se le busca se remontan al mes de febrero de 2019 en el municipio de Goianápolis, del estado de Goiás (Brasil), cuando el detenido, sobre las 9 de la mañana, en unión con otras dos personas, robó un vehículo y un dispositivo móvil mediante amenazas y armas de fuego. Posteriormente repitió el mismo procedimiento con otras víctimas a las que sustrajo dinero en efectivo. Además, trató de robar un segundo vehículo, siendo frustrado este intento.