La organización responsable de los hechos adquiría sociedades inactivas para dotar de una apariencia legal a sus cuantiosos
Las investigaciones comenzaron en julio de 2021, cuando una conocida empresa de Navarra interpuso una denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional de Tudela, en la que alertaba de que había recibido un aviso por correo electrónico avisando de la falta de pago por parte de un proveedor. Tras comprobar las órdenes de pago emitidas y pagadas, la empresa descubrió que la orden reclamada había llegado, aparentemente, a su destino, siendo cobrada en una sucursal bancaria de la localidad murciana de Cartagena, pero pagada a una empresa distinta a la que originalmente se consignó en el documento.
Durante la investigación, los agentes determinaron que, en algún momento entre el envío del cheque por correo y la llegada a su destino, el sobre que lo contenía había sido sustraído. Los autores accedieron a su contenido, falsificaron el documento y lo presentaron al cobro a nombre de una sociedad controlada por ellos sin despertar ninguna sospecha en la entidad bancaria.
Al avanzar en las indagaciones, se pudo comprobar que el grupo criminal responsable de los hechos adquiría sociedades inactivas para dotar de una apariencia legal a sus cuantiosos ingresos. Una vez los recibían en la cuenta a nombre de la empresa adquirida, comenzaba un complejo movimiento de capitales entre distintas cuentas y servicios financieros para dificultar su trazabilidad y ocultar su origen.
Parte de los beneficios fueron remitidos al extranjero
En la estructura establecida para apoderarse del dinero estafado y posteriormente canalizarlo entre cuentas sin levantar sospechas participaron cinco personas que han sido detenidas a lo largo de la investigación. Cuatro de ellas han sido detenidas en Madrid y una en Barcelona.
Las investigaciones permitieron determinar que el entramado estaba predispuesto para retornar el capital defraudado al responsable del grupo desarticulado, que también fue detenido en Madrid tras acreditar su participación en la planificación de la estafa, reclutar a personas para utilizar sus cuentas bancarias con la finalidad de ocultar el origen del dinero y, posteriormente, recibir los beneficios del fraude, parte de los cuales remitió al extranjero.